El periodista y gestor cultural Alberto Anaut, fundador del festival PHotoEspaña, de la empresa La Fábrica, del club y la revista Matador y el Festival Eñe, entre otros proyectos, ha fallecido este lunes en Madrid a los 68 años tras una leucemia. “Con inmenso dolor, comunicamos que esta mañana ha fallecido Alberto Anaut, impulsor de multitud de iniciativas culturales en toda España”, señalaba el comunicado de La Fábrica. Nacido en Madrid, en 1955, Anaut ha sido una figura fundamental en la gestión en el mundo de la cultura española de las últimas décadas. Antes de ello ejerció el periodismo, como en este diario, adonde llegó en 1988 como redactor jefe de El País Semanal. En 1993 fue nombrado subdirector. Sin embargo, dimitió un año más tarde para marcharse a El Mundo. Después fundó La Fábrica y comenzó a preparar el lanzamiento de la cuidadísima revista anual Matador, editada desde 1995, que nombra cada número con una letra. Un producto de gran formato, exquisito, solo para suscriptores, que precisamente publicará el volumen dedicado a la letra Z este 2023. “Cuando lleguemos a la Z, se acabó”, decía de su primer y más querido proyecto cultural, centrado en las ideas y tendencias más actuales de cada momento.
Los restos mortales de Anaut reposan en el tanatorio de San Isidro, en Madrid, donde le despiden sus familiares y una multitud de amigos desde las 17.30, ha informado La Fábrica. Uno de ellos es Alberto Fesser, su socio en La Fábrica desde el principio y al que conoció en el colegio, con seis años. “Cuando todos corríamos detrás de una pelota, él ya estaba impaciente por hacerse mayor y empezar a hacer cosas. Era un niño con gafitas y un cuaderno en el que tomaba notas. Luego empezamos a ir a ver exposiciones, al cine, al teatro…”, ha declarado por teléfono.
Fesser hizo carrera en una consultora hasta que su amigo de la infancia le convenció para hacer cultura. “Empezamos con Matador, luego La Fábrica, PHotoEspaña, libros, todos íbamos detrás de él con la lengua fuera. Ha sido una aventura preciosa y con vocación de servicio, para que lo disfrutara la gente”, ha añadido. Sobre el futuro que pueda tener La Fábrica sin Anaut, Fesser no duda: “No tengo ninguna preocupación. Lo echaremos mucho de menos, pero vamos a dar lo mejor de nosotros”.
“Era un gigante de la cultura de este país porque puso en marcha grandes proyectos que hoy no concebimos que no existan, como PHotoEspaña o el club Matador, grandes referencias que, al menos, me consuela que seguirán ahí aunque él no esté”, ha explicado por teléfono el director del Círculo de Bellas Artes, Valerio Rocco. “Además, Alberto contribuyó a acabar con el aislamiento y atomización de instituciones de la cultura española, que iban cada una por libre. Él se dedicó a tender puentes”, ha añadido.
Hombre de trato afable y brillante, apasionado, entre otros ámbitos, del arte, la fotografía y los libros, realizó estudios de Sociología, Ciencias Políticas y Ciencias de la Información, pero abandonó las tres carreras para ejercer el periodismo. Con solo 19 años empezó a trabajar en la revista Actualidad Económica, especializándose en información financiera. Después fundó la revista Mercado, en 1978 y, tras un período de dos años en el periódico Diario 16 como jefe de Economía, la dirigió de 1983 a 1988, cuando se incorporó a EL PAÍS.
Tras su etapa en este periódico (1988-1994), dirigió La Revista de El Mundo, puesto que dejó en 1997 para volcarse en su empresa cultural, La Fábrica, que había fundado en 1994 y desde la que impulsó instituciones culturales como La Casa Encendida (Madrid) o La Térmica (Málaga). En 1998 puso en marcha el festival PHotoEspaña, que este año ha cumplido su 26ª edición, convertido desde hace lustros en punto de referencia para profesionales y aficionados a la fotografía.
PHotoEspaña, un certamen con modelo de financiación mixta, público y privado, vino a “cubrir un vacío en una ciudad [Madrid] que tenía potencia de comunicación cultural, salas para exponer, instituciones importantes y un mapa de galerías”, recordaba Anaut en una entrevista con EL PAÍS en 2017. Sin embargo, a nivel nacional, “la fotografía estaba infravalorada, cuando en el mundo sí tenía un papel importante”. En la edición de 2023, PHotoEspaña ha organizado un centenar de exposiciones por distintas ciudades del país. Anaut era un convencido del papel que debía desempeñar la iniciativa privada en el impulso de la cultura para atraer nuevos públicos.
Sobre su visión de la fotografía, no era un nostálgico a pesar de su amor por lo analógico, ya que consideraba que en los últimos años en España había despuntado el mejor grupo de fotógrafos de su historia. “Las escuelas han contribuido a que se haya formado una generación extraordinaria, nunca ha habido otra de este calibre. En los años ochenta y noventa lo que hubo fue individualidades irrepetibles: Alberto García-Alix, Chema Madoz, Cristina García Rodero…”, decía en la misma entrevista. Y atento a los nuevos medios y formas de hacer fotografía, subrayaba que con internet “hoy un proyecto pequeño no necesita diseñador ni editorial”. Para él, sin embargo, la forma “más bella” de ver fotografías era en los libros, “no en las paredes”.
De Matador aseguraba que era la reivindicación de una forma distinta de hacer revistas, “con unos valores que se estaban olvidando”. Una rareza en tiempos de aceleración a veces disparatada y de información al segundo, en ocasiones sin contrastar y sin la necesaria elaboración y reposo. Otras criaturas culturales que nacieron de la mente de Anaut, que siempre estaba dando vueltas a nuevas ideas, a nuevas empresas culturales, son los festivales Madrid Design Festival y Notodofilmfest.
Su último gran proyecto, de conservación del patrimonio, ha sido Archivo de Creadores, una serie de entrevistas en vídeo, recogidas también en libro y en podcast, en las que algunas de las figuras más importantes de la cultura y el arte español hablan a cámara durante 10 horas sobre sus experiencias vitales y sus procesos creativos, con los testimonios, entre otros, de Antonio Muñoz Molina, Rosa Montero, Miquel Barceló, Fernando Trueba, Javier Cercas, Alejandro Amenábar, Antonio López o Alberto García-Alix. Precisamente, Rosa Montero ha sido una de las numerosas personalidades que ha mostrado su tristeza en Twitter por la muerte de Anaut: “Uno de los gestores y movilizadores culturales más creativos y deslumbrantes de este país. Qué inmensa pérdida para todos”.
El comunicado de La Fábrica, de quienes trabajaron con él, subraya que intentarán “mantener su legado y contribuir a impulsar la cultura con el mismo tesón, entusiasmo y cariño que él ponía en cada proyecto”. Alberto Anaut dejó otro mensaje hace unos días, por correo electrónico a un amigo, cuando ya sabía que su partida era inminente. Un mensaje de despedida en el que se mostraba satisfecho por una vida feliz y por dejar “muchos proyectos y muchos amigos”.
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