Los cines vuelven a lucir un ambiente prepandémico y no es por la ausencia de mascarillas en las salas. El estreno de dos de las películas más esperadas este año, Barbie, de Greta Gerwig, y Oppenheimer, de Christopher Nolan, ha conseguido el mejor dato de asistencia desde noviembre de 2019: 1,6 millones de personas se han acercado a la gran pantalla este fin de semana, según ComscoreMoviesSpain. Además, la muñeca de Mattel, que supera los 700.000 espectadores, se ha convertido en el mejor estreno del año en España, con una recaudación que supera los 6,8 millones de euros.

La campaña de marketing de Barbie ha dado sus frutos. La película, protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling, se impone a la última entrega de la saga Fast and Furious, Fast X, el título que hasta este lunes se erguía con el mejor dato de un fin de semana de 2023, con más de 5 millones de espectadores. Pero Cillian Murphy, encarnando al inventor de la bomba atómica, no se ha quedado atrás. Ha recaudado 2,72 millones que, sumado a la taquilla que hizo el pasado jueves en su estreno, hacen en total 3,37 millones.

Ni el mucho calor ni las elecciones generales desmotivaron al público, que ha pasado el furor por la nostalgia de ver de nuevo a Harrison Ford en el papel de Indiana Jones o a Tom Cruise como el agente Hunt, en Misión: Imposible. Sentencia mortal. Parte 1, dos películas que bajan este lunes del podio de las más vistas. En este se encuentran Barbie, Oppenheimer y la nueva de Disney, Elemental —estrenada hace dos semanas—.

El filme de Greta Gerwig arrasó en su primer día, el mejor desde el jueves de su estreno, con 1,8 millones de euros en taquilla. Un hecho poco común, tratándose de un fin de semana en el que se esperaba un aumento de público hacia el sábado, pero que reafirmó las ganas con la que los espectadores esperaban ver a Barbie en carne y hueso. La recaudación de Oppenheimer sí logró la tendencia esperada: aumentó un 14% el viernes y un 24% el sábado, y se mantuvo el domingo.

España es solo una muestra más del éxito mundial de ambas películas. La marea rosa que ha provocado la muñeca de Mattel supera los 300 millones de euros de recaudación —el doble de lo que costó producirla— y la cinta de Nolan, 157 millones —de los 100 que se invirtieron en ella—.