Por una cosa o por otra, el SD Worx y su cabeza de cartel, Demi Vollering, están siempre presentes en las oraciones de quienes siguen el Tour. Y el ciclismo en general. La neerlandesa perdió sus opciones de ganar la pasada Vuelta por pararse a orinar. Sus rivales atacaron entonces; no es muy deportivo, se lamentaron, pero ya dijo Kastelijn el miércoles que nadie está para hacer amigos. Ese mismo día, Vollering se creyó ganadora en Rodez y lo celebró como si lo fuera.
Camino de Albi, tierra de cátaros y de rugby, la aspirante a ganar el Tour sufrió un pinchazo y se quedó descolgada del pelotón, tuvo que remontar, pero lo hizo grapada al coche de su equipo, algo habitual, pero no tal vez de manera tan descarada. Y menos, con la cámara de televisión detrás, transmitiendo en directo toda la maniobra.
Vollering no sabía que iba a ser sancionada, y lo fue. Los veinte segundos que le cayeron por rodar tras el coche, le desplazaron de la segunda plaza de la General hasta la séptima. La ciclista reaccionó sorprendida: “¿20 segundos? No creo que haya hecho nada malo. Solo me colgué un poco del coche. Es muy extraño”. Será el fragor de la competición, la adrenalina que se dispara, o la frustración por el pinchazo, pero Vollering estuvo 58 segundos aprovechando el rebufo, hasta que el juez espantó al coche. Pero la polémica no se detiene ahí. Vollering es una de las principales, y ahí entra el doble rasero. A otras dos corredoras del pelotón, Elizabeth Stannard y Mie Ottestad, que hicieron lo mismo en las etapas previas, les sancionaron con un minuto a cada una.
El SD Worx de Vollering aspira a todo, ha ganado dos etapas pero sigue con el foco encima. La reina de las llegadas, Lorena Wiebes, no tomó la salida en Onet-le-Château por una infección intestinal, pero le quedaba otra bala en la meta, la líder, Lotte Kopecky. Pero en una maniobra inesperada, después de que Ricarda Bauernfeind alcanzara un minuto de diferencia, saltó del pelotón la suiza Reusser, que hasta entonces tiraba del grupo. Se unió a su rueda la alemana Lippert, del Movistar, mucho más veloz, para dar caza a la fugada. Empezaron a vigilarse, así que lo más lógico hubiera sido esperar al grupo y trabajar en una llegada masiva. Pero no esperaron, se quedaron en tierra de nadie, y entre todas la mataron y ella sola se murió. Ganó Bauernfeind, que parecía sentenciada unos kilómetros antes, y el SD Worx terminó la etapa frustrado y sancionado.
Clasificación de la etapa:
Clasificación general:
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