Hasta el momento, España se ha medido con dos rivales que se han basado en el contragolpe, defensa en bloque bajo de Costa Rica (3-0) y en bloque medio que retrasaba metros con el avance rival de Zambia (5-0). No parece que el choque contra Japón vaya a transcurrir bajo los mismos parámetros, pues el conjunto dirigido por Futoshi Ikeda también ha descosido a los otros dos contrincantes (2-0 a las ticas; 5-0 a las africanas) y se expresa con la pelota entre los pies, equipo que juega con las líneas bien juntas, generoso en el esfuerzo por definición. “Estoy seguro de que es el equipo que más nos va a exigir, el más complicado, que se asocia muy bien, interpreta mejor el juego, tácticamente está muy trabajado y puede comprometerte con la presión”, resolvió el seleccionador Jorge Vilda. Y auguró: “Será un partido en el que ellas tendrán sus momentos y nosotras también. Marcará la diferencia el que consiga mayor pegada en el último tercio”.

Será una batalla por el balón, por la posesión. “España va a construir pases de manera muy eficaz y queremos concentrarnos intensamente en defensa. Pero esperamos quitarles la pelota y tener un combate de uno contra uno”, expuso Ikeda. “Esa posesión abrumadora no podremos tenerla todo el tiempo porque Japón luchará por el balón, por lo que los espacios pueden aparecer en otros lugares porque no retrasarán tanto la línea”, indicó el técnico español, insistiendo en que el envite se definirá en las áreas. “Eso y que no nos sorprendan con las acciones a balón parado, porque ellas las tienen muy bien entrenadas. No son muy altas, pero tienen grandes lanzadoras y rematadoras”. Sabe de lo que habla Vilda, ya que en noviembre pasado se midieron ante las niponas en La Cartuja, partido resuelto con un triunfo de España (1-0; gol de Alba redondo). “Pero deberemos dar una mejor versión”, apuntó Vilda, que agregó: “Japón es muy completo, tiene jugadoras polivalentes que pueden jugar en todas las posiciones. Es muy difícil verlas fallar un control o un pase, en orientaciones corporales… Interpretan muy bien el juego, tienen muy claro su plan y toman buenas decisiones, son muy inteligentes”.

Para el envite, La Roja no podrá contar con Athenea -que ya ha empezado a hacer trabajo adaptado en el campo y se suma poco a poco al grupo tras el golpe que sufrió ante Zambia- ni con Ivana, con molestias en el sóleo. Pero Vilda tiene clara la receta: “Ganar el partido, jugar bien, ver una España reconocible y que todas acaben bien”. Sabe que el triunfo ante Japón, ya clasificado para octavos como la selección de Vilda, dirimirá el líder del grupo y la teórica ventaja para el siguiente cruce. Primero contra los dos clasificados del grupo A, bien Suiza o Noruega, primera y segunda (será contra las nórdicas en caso de victoria o empate de España ante Japón, o contra las helvéticas si hay derrota contra las niponas); y después, en cuartos, presumiblemente con Estados Unidos o los Países Bajos. Pero antes de eso, en Wellington habrá una batalla por el esférico.