La preparación del tercer título de Max Verstappen ha sido tan brillante que el holandés puede permitirse certificarlo de mala manera, con una modesta sexta plaza en la carrera al esprint en Qatar, este sábado (a las 19.30, en DAZN). Esa supuesta sexta plaza, suficiente para proclamarse campeón, supondría su peor clasificación en una temporada para enmarcar, dominada de cabo a rabo y trufada con varios récords que quedarán para la historia del certamen. Estar tan cerca de su objetivo no minimiza su deseo de conseguirlo cuanto antes, independientemente de que no sea como mandaban los cánones ortodoxos, en un gran premio convencional. “No me importa mucho que sea el sábado o el domingo, pero siempre es bueno ganar a la primera oportunidad que uno tiene”, reconocía Verstappen este mismo jueves, ya desde el circuito de Losail, que salvo una inesperada hecatombe inaugurará con un entorchado su reciente remodelación.
Sea en su primera bola de partido, este sábado; sea en la segunda, mañana domingo; o incluso si pospone el alirón hasta Austin (22 de octubre), el piloto de Red Bull será tricampeón del mundo más pronto que tarde y se sumará al selectivo club de ilustres que han sido capaces de encadenar tres títulos seguidos, una mesa por ahora con solo cuatro juegos de cubiertos: Juan Manuel Fangio, Michael Schumacher, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton. “Ganar tres campeonatos seguidos no es nunca fácil. Es evidente que necesitas un muy buen coche. Yo me he centrado en tratar de ser lo más consistente posible y no cometer errores”, añadía el corredor, nacido en Hasselt (Bélgica), hace 26 años.
Aunque Vettel celebró su triple corona antes que él (25 años y 145 días), la superioridad que demuestra tener Red Bull y la estabilidad normativa prevista hasta la próxima sacudida (2026), anticipan una época dorada para la marca energética y su niño maravilla, que más que un monoplaza esta temporada parece haber conducido una apisonadora. De los 16 grandes premios disputados, Mad Max ha ganado 13, ha terminado el segundo en dos y el quinto en uno de ellos, en Singapur, en el que hasta la fecha ha sido el fin de semana más funesto para él.
Por el camino Verstappen ha fijado un nuevo récord de triunfos consecutivos (diez) y ha sido capital en la conquista del título de constructores que la escudería del búfalo rojo celebró hace dos semanas, en Japón, seis pruebas antes de la conclusión del campeonato, otra plusmarca inédita hasta ahora. También lo fueron las 15 victorias del tirón de la tropa de Milton Keynes (Gran Bretaña), y que Carlos Sainz rompió en el Marina Bay, escenario de la única caraja de Red Bull en lo que llevamos de Mundial.
En la mañana del viernes, Verstappen, que acaba de cumplir 26 años, había sido el más rápido en el primer y único entrenamiento libre para el GP de Qatar. Unas horas más tarde, la primera jornada de entrenamientos mantuvo la tónica de todo el curso y colocó al indiscutible dueño y señor de este 2023 en la s position, la décima para él en lo que llevamos recorrido hasta ahora. Así, el líder tiene asegurada la primera posición de la parrilla para la carrera de este domingo, que será de noche y con luz artificial, y que podría celebrarse con un Verstappen ya campeón, en función de lo que ocurra este sábado.
En una sesión de clasificación en Doha marcada por el intervencionismo de los comisarios en lo referente a los límites de pista, George Russell sacó tajada de la cancelación de los últimos intentos de vuelta rápida a los dos McLaren y el domingo arrancará también desde la primera fila.
Más que a Hamilton, Sainz (saldrá el 12º) o Fernando Alonso (cuarto), si hay alguien que ha sido víctima de la tiranía de Verstappen ha sido Sergio Pérez, que tiene prácticamente la mitad de puntos (223) que su vecino de taller (400) y que este viernes, en Doha, volvió a quedarse fuera de la eliminatoria decisiva de la cronometrada (Q3).
De hecho, los números del mexicano están mucho más cerca de los que arrastra el británico (190 puntos), el asturiano (174) o el madrileño (150) que de los que acumula su compañero.
Posiblemente, el asiento de Checo es el que más quema de la parrilla si tenemos en cuenta que figura el segundo en la tabla general, o sea, la que se le presupone; y no por eso deja de estar permanentemente señalado, impotente ante el desfile de hipotéticos candidatos a reemplazarle. “Max ha hecho un trabajo tremendo. Ha demostrado estar a otro nivel respecto de cualquier otro, y eso merece todo mi respeto”, comentaba el chico de Guadalajara, que suma dos triunfos hasta el momento. “Ganar tantas carreras, muchas de ellas complicadas, es algo realmente impresionante. Estamos hablando de pruebas en las que ha llovido mucho, y no ha cometido errores”, le pone en valor Alonso, alguien que no acostumbra a regalar cumplidos. “Ha hecho otra temporada excepcional. No hay duda de que se merece todo lo que le está pasando”, coincide Charles Leclerc.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites