Ronald Araujo terminó el partido contra el Atlético de Madrid en Montjuïc con un fuerte dolor en la mandíbula. Durante el duelo, el central del Barcelona se había caído al suelo en una carrera con Marcos Llorente y se había golpeado la cara con los tacos de la bota del jugador rojiblanco. El uruguayo, sin embargo, le restó importancia al porrazo e intentó hacer vida normal. Se fue a dormir y a la mañana siguiente se preparó unos mates [infusión típica de algunos países de Sudamérica]. Pero el malestar era demasiado intenso. Fue entonces cuando decidió ir los servicios médicos. Tras los estudios se comprobó que Araujo se había fracturado la mandíbula en el choque contra Llorente. “¿Cómo pudiste jugar 70 minutos con la cara rota?”, le preguntaron en su entorno. “Estaba caliente, teníamos que ganar”, contestó. Lo que más sorprendió a la gente que trabaja con el central no fue que continuara en el campo ante el Atlético, ni tampoco que se enterara de la lesión un día más tarde, sino que Araujo se pondrá una máscara y saltará al campo ante el Girona el próximo domingo.
“Contra el Girona es un partido clave para nosotros. Tengo que jugar”. Fue lo primero que les dijo Araujo a los servicios médicos del Barça. Una decisión que favorece a Xavi, después de que Iñigo Martínez sufriera una lesión en el bíceps femoral. La idea de los galenos de la entidad azulgrana era la de operar a Araujo. Sin embargo, ante la insistencia del uruguayo, optaron por hacer un tratamiento menos invasivo. “Para él todos los partidos son finales. Un día se va a romper en serio”, se quejan los que lo conocen. No es la primera vez que Araujo arriesga. Y cada vez que puede lo repite: “Lo más importante para un defensa es defender”. Esta temporada lidera, una vez más, la tabla de recuperaciones: 34. Además, se impone en el 62% de los duelos: ha ganado 40 y ha perdido 25. Por su fortaleza física y mental, en el Barcelona se animan a compararlo con una leyenda. “Recuerda a Puyol, juega lesionado. Se exige al máximo”, exponen en el cuerpo técnico.
Desde que llegó al Barcelona en el verano de 2018, Araujo ha pasado 12 veces por la enfermería. “Él entiende el juego así. Si le pedimos que no arriesgue, le estaríamos pidiendo que no juegue como lo siente”, explican en la Ciudad Deportiva del Barcelona. Y bromean: “Hay que respetarlo y rezar para que no se rompa”. El uruguayo asegura que estos partidos antes del parón por Navidad son fundamentales para el Barcelona. De hecho, la silla de Xavi tambaleaba después de la derrota del Barcelona en Champions ante el Shakhtar Donetsk, sin que la victoria ante el Alavés (2-1) y el empate frente al Rayo (1-1) le dieran aire al técnico. Sin embargo, las victorias frente al Oporto (2-1) y el Atlético (1-1) aliviaron a Xavi y al Barcelona. Pero Araujo no quiere relajarse. Y buscará forzar para estar ante el Girona, líder de la Liga junto al Real Madrid.
“Es una victoria muy importante”, destacó Araujo tras el triunfo del Barça ante el Atlético; “confiamos mucho en el trabajo que estamos haciendo con el míster, no se nos estaban dando los resultados y sabíamos que hoy debíamos dar un paso adelante”. Araujo, uno de los capitanes del Barcelona, es un comodín para Xavi: el técnico lo suele utilizar de lateral. Esta temporada, en cualquier caso, el central le dejó claras sus preferencias al entrenador. “No me gusta jugar de lateral”, comentó. Lo que sí tiene claro Xavi es que, de lateral o de central, siempre podrá contar con Araujo.
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