Telefónica y las grandes telecos europeas siguen pendientes de la decisión final de la Unión Europea sobre el posible veto a las tecnológicas chinas. La Comisión Europea destacó hace pocos días que está “absolutamente justificado” que varios países del Viejo Continente hayan excluido a grupos como Huawei y ZTE del despliegue de las infraestructuras de 5G, por los posibles riesgos para la seguridad nacional. En este escenario, las operadoras ya se están posicionando y han dejado fuera a Huawei de sus últimos grandes anuncios tecnológicos. De hecho, la presencia del fabricante asiático es casi testimonial.
En estas circunstancias, los principales favorecidos son los grupos europeos Ericsson y Nokia y, en menor medida, la surcoreana Samsung.
Así, por ejemplo, Telefónica España anunció la pasada semana el lanzamiento de los servicios de 5G+ o 5G real, en el ámbito de la banda de 3.500 MHz, con Ericsson y Nokia como proveedores.
De igual firma, Telefónica ha establecido un acuerdo con Nokia para el desarrollo de redes privadas en Latinoamérica. El fabricante finlandés también ha sido protagonista de los últimos anuncios en el segmento de redes abiertas Open RAN para 5G con Telefónica Alemania o con Virgin Mobile O2 en el mercado británico.
Ericsson, por su parte, se convirtió hace pocos días en el principal proveedor de Telefónica Deutschland en el proyecto sobre conectividad 5G en las comunicaciones ferroviarias, que la teleco acaba de poner en marcha en Alemania con Deutsche Bahn, la ‘Renfe’ germana.
Con respecto a sus competidores, por ejemplo, Vodafone y Orange han seleccionado a Ericsson para su último gran contrato de despliegue 5G de ADIF.
En 2022, Orange seleccionó a Ericsson para la red core 5G en España, Polonia y Bélgica, y Nokia en Francia y Eslovaquia. Eso sí, a principios de año, Orange anunció que Ericsson, Nokia y Oracle eran los proveedores de su red core en 5G Stand Alone (SA) en España. De igual forma, Orange se asoció con Nokia para la conectividad en los ferrocarriles franceses, y con Ericsson para un despliegue de 5G en las plantas de Arcelor Mittal.
En su alianza global de la GSMA Open Gateway, para abrir la red de desarrolladores, Telefónica, Orange y Vodafone contaron con la tecnología de Ericsson y Vonage. Orange sí contó con Huawei en su experiencia inmersiva presentada en el Mobile World Congress.
Vodafone, por su parte, adjudicó a Nokia el despliegue del núcleo central de su red 5G en España. En sus anuncios internacionales, la operadora cerró un acuerdo Lenovo para mejorar la seguridad y la conectividad de sus clientes empresariales.
En Alemania, Vodafone anunció el lanzamiento de un piloto de Open RAN, con software y equipos de radio de Samsung.
Deutsche Telekom, la mayor teleco de Europa, ha hecho distintos anuncios desde principios de año. Así, contó con Ericsson para sus soluciones para empresas de network slicing, conectividad gestionada para la calidad del servicio (QoS) o tecnología cloud edge con Google. De igual forma, se asoció con Nokia para pilotos comerciales de Open RAN.
Según fuentes del sector, la situación de incertidumbre con Huawei está llevando a las operadoras a reducir los posibles riesgos en sus desarrollos tecnológicos, especialmente los vinculados a los despliegues del futuro 5G. Otras fuentes añaden que las indicaciones de los Gobiernos y de la propia CE han provocado que las telecos sean más remisas a contratar con los grupos chinos.
Respuesta
Fuentes de Huawei afirman que este sector necesita más certidumbre que nunca para avanzar en el despliegue del 5G, y cualquier tipo de evaluación de riesgo de tecnologías o proveedores TIC debe basarse en unos estándares verificados, transparentes, objetivos y técnicos. Según la compañía, las restricciones o exclusiones basadas en juicios discriminatorios plantearán graves riesgos económicos y sociales. “Obstaculizarían la innovación y distorsionarían el mercado”, señalan.
Desde Huawei se indica que llevan más de 20 años trabajando con las operadoras españolas para desplegar redes y ofrecer servicios de calidad, e insisten en que la ciberseguridad es su principal prioridad.
Impacto del posible veto
Moody’s. En el sector ya se están haciendo análisis sobre el impacto del posible veto de la Unión Europea (UE) a los equipos de fabricantes como Huawei. La agencia Moody’s advirtió de que si la incertidumbre permanece sería negativo en términos crediticios para las operadoras europeas, pero positivo Ericsson y Nokia. La agencia señaló que una potencial prohibición limitaría la capacidad de contratación en un momento crítico puesto que la industria está en proceso de adjudicación de las redes de 5G. “La exclusión de Huawei del proceso de contratación implicará unos costes mayores puesto que los proveedores alternativos se encarecerían además de retrasarse los despliegues por los cambios en los contratos”, señaló Carlos Winzer, vicepresidente de Moody’s.
Precios. Fuentes del sector aseguran que si Huawei sale de las ofertas los precios subirán porque Ericsson y Nokia aprovecharán la coyuntura al tener menos competencia. “Repercutirá en los despliegues, que serán más caros y menos ambiciosos”, afirman. Uno de los mayores riesgos que encara el sector es el que se centra, no solo en la prohibición de usar equipos de Huawei y otros fabricantes chinos en las nuevas redes, sino en la posibilidad de que se tengan que eliminar en las redes ya instaladas. Otras fuentes del sector señalan que el coste para las operadoras españolas podría ser superior a 1.000 millones de euros.
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