El grupo sevillano de hidrógeno verde H2B2 facturó 3,5 millones de dólares en 2022 y tuvo pérdidas de 4,3 millones. La empresa, en fase de desarrollo, ha rebajado sus previsiones para este año y el próximo, en los que seguirá en números rojos. El auditor del grupo ha subrayado en un informe emitido la semana pasada las dudas sobre la viabilidad de la empresa que, sin embargo, aspira a cotizar en el Nasdaq con una valoración de 750 millones de dólares (unos 685 millones de euros al tipo de cambio actual). Los inversores de la firma compradora, RMG III, han huido en masa antes de que se cierre la operación y han pedido que les devuelvan su dinero, lo que ha puesto también en duda la viabilidad de esa firma. El folleto de la fusión advierte expresamente del riesgo de que la valoración esté inflada por los conflictos de intereses.
H2B2 Electrolysis Technologies, controlada por la familia Benjumea, es una promesa de futuro, con proyectos prometedores y subvenciones por recibir, pero de momento es una pyme en pérdidas con 61 trabajadores en España, 3 en Estados Unidos, 3 en India y 1 en México. Sus ventas fueron de 3,49 millones de dólares en 2022 y sus pérdidas, de 4,3 millones, según sus cuentas anuales, depositadas en la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC).
En abril pasado, la empresa preveía lograr este año ingresos de 25,8 millones de dólares y volver a multiplicarlos hasta los 114 millones en 2024, lo que le permitiría tener un resultado bruto de explotación ajustado positivo el próximo año. Sin embargo, en junio ha rebajado esas previsiones. Según las nuevas cifras, también en dólares, este año tendrá ingresos de 15,8 millones y pérdidas de 16,6 millones. En 2024, las ventas serían de 78,4 millones y los números rojos, de 17,1 millones. La entrada en rentabilidad se pospondría a 2025, cuando espera facturar 206,8 millones y ganar 7,4 millones. La empresa no prevé repartir dividendos en “el futuro previsible”.
Fuentes de la compañía señalan que la rebaja de previsiones se debe a que la regulación se está retrasando y que es algo común en las empresas del sector. “Lo importante es que hemos cumplido todos los objetivos cualitativos que realmente marcan el futuro de la compañía: el programa de I+D y la terminación y puesta en marcha de Sohycal que es la referencia más importante en estos momentos en EE UU”.
La firma de auditoría estadounidense que ha revisado sus cuentas, RSM US LLP, señala en un informe emitido el pasado 5 de julio en Austin (Texas) que “la sociedad ha sufrido pérdidas recurrentes y flujos de tesorería negativos de las operaciones y ha declarado que existen dudas sustanciales sobre su capacidad para continuar como empresa en funcionamiento”. Fuentes de la empresa restan importancia a esa declaración, conocida como going concern. “No tiene que ver con las perdidas, es solo por la caja, las pérdidas son algo normal y tienen todas las empresas del sector incluidas las dos líderes”, explican tras subrayar que la auditoría es limpia.
Los propios gestores de la empresa son los que reconocen que en gran medida su viabilidad depende de que sean capaces de captar capital, y eso es lo que pretenden hacer en conexión con su salida al Nasdaq, donde pretende cotizar con el código HHBB. H2B2 quiere captar 125 millones de dólares, pero el mínimo es de 40 millones. Sin eso, la operación no iría adelante, según el folleto.
RMG III es una SPAC, una sociedad creada expresamente para acometer una adquisición, una figura que estuvo de moda hace unos años, pero que ha perdido brillo tras sonados fracasos. RMG III hizo una colocación en Bolsa con la que captó 483 millones de dólares. La empresa estuvo buscando objetivos en los que invertir su dinero sin mucho éxito. Analizó más de una docena de operaciones, pero todas se torcieron salvo la compra de H2B2.
Sin embargo, la inmensa mayoría de los inversores de RMG III han decidido abandonar el barco y pedir que les devuelvan su dinero. RMG tenía en su cuenta para invertir 487 millones de dólares el pasado 31 de diciembre, antes de que en enero trascendiese la operación con H2B2. A 31 de marzo ya solo quedaban en esa cuenta 10,5 millones de dólares, y la compra o fusión con H2B2 está condicionada a que al menos tenga 5 millones de dólares de activos tangibles. Fuentes de H2B2 señalan que la retirada de fondos es una operativa habitual al ampliarse el plazo de inversión de las SPAC, como ha ocurrido con RMG III.
La SEC ha advertido a RMG III de que puede excluirla del mercado por los bajos niveles de capitalización. A su vez, el auditor señala las dudas sobre la viabilidad de la firma una vez que casi todos sus inversores han huido. “El plan de negocio de la Sociedad depende de la realización de una combinación de negocios y la tesorería y el capital circulante de la Sociedad a 31 de diciembre de 2022 no son suficientes para completar sus actividades previstas. Estas condiciones plantean dudas sustanciales sobre la capacidad de la Sociedad para continuar como empresa en funcionamiento”, dice el auditor.
Una valoración en duda
Prácticamente, el único activo de la firma de inversión, que tiene sede en las islas Caimán, son los 10 millones que le quedan en caja, pero tiene pasivos por 23 millones, de modo que está en quiebra técnica. Es decir, el precio de compra de H2B2 por RMG III se ha fijado en 750 millones, pero la empresa solo tiene 10 millones. En realidad, la operación es un canje de acciones en el que en la práctica es H2B2 la que se queda RMG III como una especie de ficha para cotizar.
En el folleto se advierte de que ese precio no ha sido sometido a una valoración independiente ni tampoco a una opinión imparcial sobre su razonabilidad (fairness opinion).
Tras la retirada masiva de inversores, la mayoría de las acciones de RMG III están en manos de los propios promotores de la SPAC. Sus títulos se quedarían sin valor si no lograr cerrar una operación a tiempo (antes del 9 de agosto), así que han encontrado una tabla de salvación en la compra de H2B2. Eso, a su vez, deja en una situación de conflicto de intereses. A los promotores les sale más rentable realizar cualquier operación que liquidar el vehículo, aunque sea “en condiciones potencialmente menos favorables con un negocio potencialmente menos favorable, más arriesgado, de rendimiento más débil o financieramente inestable, o una entidad que carezca de un historial establecido de ingresos o ganancias”.
De ese modo, ellos pueden ganar mientras el resto de inversores pierde. En el folleto se advierte de ese “conflicto de intereses inherente”, y se subraya que “podría existir un elevado riesgo de valoración incorrecta del negocio de H2B2, lo que podría causar un daño potencial a los inversores”. En la práctica, el valor de la empresa lo fijará el mercado en la ampliación de capital y en la cotización posterior.
H2B2 está presidida por Antonio Vázquez, de 71 años, expresidente de Altadis, de Iberia y de IAG, que ha firmado recibir un incentivo de dos millones de dólares en acciones. Sustituyó en el cargo a Felipe Benjumea Llorente en diciembre pasado, pero sin funciones ejecutivas. Felipe Benjumea, expresidente de Abengoa, se ha quedado como asesor, cobrando a un ritmo de 507.600 euros anuales hasta septiembre y de 230.000 desde ese momento. Su hija Blanca Benjumea de Porres, de 33 años, es la directora financiera y su hijo Felipe Benjumea de Porres, de 29, es el director de inversiones. El consejero delegado es Anselmo Andrade Fernández de Mesa, de 30 años.
España, con un Gobierno intervencionista
H2B2 es beneficiaria de subvenciones con fondos europeos para el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde. Al tiempo que recibe dinero público, sin embargo, entre las advertencias de riesgo que señala el folleto de la fusión de RMG III y la firma de hidrógeno verde H2B2, está una que caracteriza al Gobierno español como intervencionista y la economía española como especialmente regulada: “El Gobierno de España ha ejercido y sigue ejerciendo una influencia significativa sobre muchos aspectos de la economía española. España tiene una economía mixta con un amplio sector público y un sector privado ampliamente regulado. El Gobierno de España y los gobiernos estatales [por autonómicos] desempeñan un papel significativo en la economía española y el efecto sobre los productores, consumidores, proveedores de servicios y reguladores a lo largo de los años. En el pasado, el Gobierno de España, entre otras cosas, impuso controles sobre los precios de una amplia gama de bienes y servicios, restringió la capacidad de las empresas para ampliar la capacidad existente y reducir el número de sus empleados y determinó la asignación a las empresas de materias primas y divisas”, dice el folleto.
El documento también señala las restricciones a la inversión extranjera directa aplicables si algún inversor extranjero posee directa o indirectamente el 10% o más del capital social de H2B2, que pueden obligar a pedir autorización al Gobierno para superar esa participación.
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