CaixaBank ganó hasta junio 2.137 millones de euros, un 35,8% más, y Naturgy los mejoró un 88%, hasta los 1.045 millones. En esas compañías se encuentran las principales inversiones de CriteriaCaixa y se convirtieron en una auténtica palanca para el brazo inversor de la Fundación Bancaria La Caixa, que en la primera mitad del año vio como su beneficio aumentaba un 40% y alcanzaba los 1.044 millones de euros, casi el mismo importe que en todo el ejercicio pasado (1.199 millones).
De ese beneficio salen los 210 millones de euros que CriteriaCaixa dio a La Caixa, su único accionista, para llevar a cabo su obra social, presupuestada para este año en 538 millones de euros.
Más allá del beneficio neto, la política inversora de CaixaBank se vio recompensada en el valor neto de los activos que administra, que superaron los 22.000 millones (22.083) y se revalorizaron en un 12,3% en seis meses. El 84% responde a renta variable cotizada, como son el banco (mejoró un 3,1% hasta el último día de junio) y la gasística (12,1%), pero también otras sociedades como el mexicano Grupo Financiero Inbursa (23,8%) y Cellnex (19,6%).
Criteriacaixa recibió en dividendos 791 millones (frente a los 564 millones del mismo periodo del año anterior), de los que 558 millones proceden de CaixaBank, 129 millones de Naturgy y 20 millones de Telefónica.
Las inversiones estratégicas de CriteriaCaixa se encuentran en CaixaBank (32,24%), Naturgy (26,71%), Grupo Financiero Inbursa (9,10%), The Bank of East Asia (19,09%), Cellnex (4,36%) y Telefónica (2,40%), cuyo valor de mercado a cierre del primer semestre se situaba en los 19.847 millones de euros. Aparte, la sociedad mantiene una cartera de diversificación con participaciones menores en alrededor de 80 empresas de 13 países diferentes de la OCDE. El valor de esa segunda parte del negocio es de 2.410 millones, un importe inferior a la cartera inmobiliaria del hólding: 2.696 millones.
El grupo inició el año pasado un proceso de búsqueda de nuevos objetivos de inversión después de que a partir de 2018 desaparecieran sociedad vinculadas históricamente a La Caixa, como fue el caso de Repsol o la francesa Suez (en la que entró a través de un intercambio de acciones con la venta de Aguas de Barcelona). Ante el fin de época que suponía perder peso en grupos considerados estratégicos, se optó por buscar mayor rotación en activos más financieros, que es la política que ocupa parte de los esfuerzos actuales del hólding, y volver a tener en cartera las denominadas sociedades de recibo: empresas que ofrecen servicios casi básicos a una familia. En esa lógica estaba el interés por recuperar, por ejemplo, Agbar, que no ha acabado fructificando, al menos por el momento.
La deuda bruta de CriteriaCaixa se redujo considerablemente en los últimos seis meses, para pasar a representar 4.341 millones de euros. Su nivel de liquidez es de 777 millones de euros.
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