Para las madres que dan el pecho en verano, la subida de las temperaturas puede convertirse en todo un reto. Sin embargo, la lactancia materna durante esta estación adquiere una mayor relevancia y valor debido a las ventajas prácticas que proporciona. La leche materna no solo es un alimento completo y equilibrado, sino que también actúa como una poderosa herramienta de protección para el bebé. De hecho, la OMS recomienda el inicio temprano de la lactancia materna, en la hora siguiente al nacimiento, y la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses de vida.
Con el calor y una mayor exposición al sol, el cuerpo del bebé necesita mantenerse hidratado adecuadamente para su bienestar y su capacidad para regular su temperatura eficientemente es muy limitada. La leche materna, compuesta por el equilibrio perfecto de agua y nutrientes, proporciona la hidratación necesaria para mantener al bebé fresco y satisfecho en estos días calurosos.
Además, el organismo de la madre tiene la asombrosa capacidad de regular la composición de la leche materna para satisfacer las necesidades específicas de cada bebé, convirtiendo a la leche materna en un alimento dinámico y altamente adaptable, que cambia en composición y propiedades a lo largo del tiempo, e incluso durante una sola toma. El sistema fisiológico materno detecta las señales químicas y hormonales producidas por el bebé durante la lactancia, lo que le permite ajustar la composición de la leche para proporcionar los nutrientes adecuados y satisfacer las demandas cambiantes del bebé a medida que crece y se desarrolla.
La extracción de leche materna también es beneficiosa, ya que permite a las madres almacenar y ofrecer leche fresca a sus bebés cuando sea necesario, incluso cuando están fuera de casa o durante períodos de mayor demanda. Además, las altas temperaturas pueden influir negativamente en las rutinas de lactancia y en la producción de leche, así como la capacidad de succión del bebé, por lo que el uso de sacaleches puede ayudar a mantener una producción regular y una correcta alimentación para el bebé.
Algunos de los beneficios que aporta la leche materna en verano son:
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Protección contra golpes de calor
Los bebés son más propensos a sufrir golpes de calor debido a su incapacidad para regular su temperatura corporal eficientemente. La leche materna juega un papel vital en la protección del bebé contra el calor extremo porque, además de proporcionar hidratación esencial, contiene nutrientes y electrolitos que ayudan a mantener el equilibrio hídrico y mineral del bebé. Esto contribuye a prevenir la deshidratación y los efectos perjudiciales del calor excesivo en el organismo.
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Alivio de la sed y la deshidratación
Durante el verano, los bebés pueden sentir mayor sed y la leche materna les proporciona el líquido necesario para mantenerse hidratados. Si el bebé necesita beber con más frecuencia, la extracción de leche materna permite satisfacer esa necesidad y asegurar que esté adecuadamente hidratado en todo momento. Sobre todo, si la madre no está cerca en ese momento, tener una reserva de leche puede ayudar a garantizar que el bebé disponga de leche materna en todo momento y a demanda.
En días calurosos, el sistema digestivo de los bebés puede verse afectado, lo que puede causar malestar estomacal e irritabilidad. La leche materna es especialmente beneficiosa en esta época, ya que se digiere fácilmente. Contiene enzimas digestivas específicas y una composición equilibrada que se adapta perfectamente a las necesidades de tu bebé. Al ser fácilmente digerida, la leche materna evita la sobrecarga del sistema digestivo y ayuda a prevenir trastornos digestivos comunes, como cólicos y estreñimiento.
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Protección contra enfermedades estivales
La leche materna también contiene una variedad de anticuerpos que ayudan a proteger al bebé contra enfermedades estacionales comunes. Durante el verano, cuando las infecciones respiratorias y gastrointestinales son más frecuentes y la leche materna proporciona una barrera de protección adicional para fortalecer el sistema inmunológico de tu bebé. La extracción de leche también permite que otros cuidadores participen en su alimentación. Este enfoque colaborativo no sólo le proporciona a la madre un merecido descanso, sino que también permite al bebé seguir recibiendo los beneficios de la leche materna, que refuerzan su sistema inmunitario, aunque ella no esté disponible para la lactancia directa.
En resumen, la lactancia materna, con la ayuda de la extracción, proporciona al bebé una alimentación adecuada, más aún en verano cuando pueden producirse desajustes en las rutinas de lactancia habituales. La extracción de leche materna brinda la flexibilidad de adaptarte a las necesidades cambiantes del bebé durante el verano y asegurar que reciba los beneficios de una alimentación adecuada en cualquier situación, manteniendo sus beneficios.
Además, en situaciones cuando la lactancia directa pueda ser difícil debido al calor extremo, como durante viajes o actividades al aire libre, la extracción de leche materna permite asegurar que el bebé esté hidratado y protegido contra los efectos del calor.