¿Puedo espiar las redes sociales de mi hija o hijo? Es una pregunta frecuente que muchos padres y madres se han hecho en algún momento. De hecho, si buscamos en internet «¿Cómo espiar el WhatsApp de mi hijo gratis?» aparecen casi medio millón de resultados que nos llevan a páginas con trucos para poder espiar y no ser detectados.
Acompañar a nuestras hijas e hijos en el uso de las TRICO (Tecnologías de la Relación, Información, Comunicación y Ocio) no es una tarea fácil. Existen riesgos para los y las menores (sexting, ciberbullying, grooming…) y es normal que esto nos genere preocupación. Podemos pensar que espiando lo que hacen estarán más seguros… pero, ¿es la solución? ¿es lo mejor que puedo hacer como padre o madre?
¿Qué podemos hacer como padres frente a los riesgos? El control de los teléfonos móviles de los menores se convierte en una cuestión controvertida, puesto que no existe una normativa específica que lo regule. En general, un padre o madre debe tener el consentimiento de su hijo o hija para acceder a sus dispositivos, aplicaciones y contenido. Son libres para administrar su uso, ya que se les reconoce el derecho a su intimidad, y al secreto de las comunicaciones.
No obstante, si hay indicios de un peligro real donde la integridad del menor esté en peligro, hay jurisprudencia favorable a este control en ejercicio de la patria potestad de padres y madres. Y, por supuesto, ten en cuenta que, ante cualquier indicio de un posible acoso, extorsión, intimidación o chantaje, lo mejor que puedes hacer es pedir ayuda y acudir a profesionales.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) cuenta con una línea gratuita de Ayuda en Ciberseguridad: 017 donde puedes informarte, así como un canal de Whatsapp (900 116 117) donde te orientarán sobre cómo proceder. Sin embargo, no es adecuado normalizar actitudes como la de espiar el móvil, ya que supone una quiebra de su confianza y es un mal síntoma de que no hemos conseguido tener una relación cercana para que nos puedan consultar dudas o problemas.
Espiar su móvil no solucionará el problema, hay que tener en cuenta la importancia que otorgan a su privacidad e intimidad. Como padres y madres debemos respetar esto, pero también hacerles entender que su seguridad es lo más importante para nosotros. La clave es fomentar un acompañamiento que no sea intrusivo basado en una comunicación fluida que les oriente en su proceso de descubrimiento de las redes.
Desde estas organizaciones proponen una serie de recomendaciones para que la navegación de los menores por la red sea segura y, al mismo tiempo, los padres sientan que tienen control sobre su protección:
Reflexiona sobre la relación que has construido con tus hijas e hijos ¿Tenéis una buena comunicación? ¿Te enfadas o les juzgas cuando te cuentan algo?
Una buena comunicación contribuye a estimular la confianza mutua y facilitar que acudan a nosotros si tienen un problema.
Además, si queremos que compartan sus sentimientos o temores debemos aprender a escucharles de forma tolerante y comprensiva.
Este clima de confianza propiciará que ante cualquier señal de alerta nos dejen revisar sus dispositivos si se lo pedimos con honestidad.
Es importante que cuando se inicien en el uso de dispositivos lo hagan acompañados y en presencia de los adultos. De esta forma podremos orientarlos sobre los sitios web que pueden visitar.
Usa controles parentales y establece pautas claras de uso (horarios, estancias del hogar desde donde se pueden conectar…)
Como padres y madres nuestro objetivo es el bienestar de nuestros hijos e hijas. Debemos entender que deseen pertenecer a un grupo virtual donde coincidir con sus amigos y amigas y compartir experiencias. Es por eso que nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a un acompañamiento en el uso de la tecnología fomentando la comunicación y la confianza.