Los comedores escolares juegan un papel clave en la educación alimentaria de los niños y jóvenes. El 40% de los niños españoles tienen exceso de peso, según el estudio Aladino de 2019, en el que además se confirma que esta situación es más frecuente en los hogares con menores ingresos. «La comida de mediodía es la que debe aportar entre el 30-35% de la energía requerida al cabo del día y, según datos del Ministerio de Educación, un 63,2 % de los centros escolares ofrecen servicio de comedor, eso hace que el comedor escolar sea clave en los comportamientos y patrones alimentarios que pueden llegar hasta la edad adulta», afirma Isabel Peña – Rey, directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) . Por eso el colegio es un entorno idóneo en el que intervenir para fomentar hábitos saludables y sostenibles relacionados con la alimentación, educando en salud a los más pequeños, que muchos son motor de cambios para sus propias familias. Recuerda igualmente que los comedores escolares sirven para facilitar el acceso a menús saludables a las familias, independientemente de su nivel adquisitivo, «ofreciendo desde edades muy tempranas menús saludables y equilibrados y fomentando la inclusión social, ofertando menús adaptados a necesidades especiales tanto sanitarias, alergias e intolerancias, como éticas y religiosas». Desde la Sociedad Española de Nutrición recuerdan que la comida del mediodía debe constar de un primer plato de arroz, pasta, legumbres u hortalizas y verduras, un segundo plato de carne, pescado o huevo con guarnición de ensalada, patata… «Y en función del primer plato, un postre de fruta que una vez a la semana se puede sustituir por un postre dulce, la bebida agua, variando la forma culinaria de preparar los alimentos», resaltan. Apoyan que se sigan las pautas de la dieta mediterránea y recuerdan que «las raciones deben adaptarse a la edad y la actividad física de los niños y adolescentes, teniendo en cuenta otros aspectos, como alergias e intolerancias alimentarias, religiosos, etc.». Resaltan igualmente que se debe educar a niños y niñas en la alimentación saludable, pero también en la educación del gusto, tal y como plantean desde la Fundación Española de la Nutrición con el programa Edugastro . «La comida debe ser saludable, pero debe estar rica. También deben tener tiempo para comer. El comer muy deprisa favorece el comer más de lo necesario y va asociado a mayor riesgo de obesidad», alertan desde esta entidad. Por eso creen que las personas que vigilan el comedor «deben tener formación específica para influir de forma positiva y crear un buen ambiente en torno a la comida». Además, señalan la importancia de que las familias apoyen el trabajo que se hace desde el colegio para favorecer una alimentación saludable. Noticias Relacionadas estandar Si «Con las matemáticas socioafectivas los alumnos no sienten frustración, lo ven parte del aprendizaje» Laura Peraita estandar Si ‘Skincare’ y menores: claves para evitar que tu hija menor se enganche a una rutina cosmética Ana I. Martínez AESAN lanzó en 2023 la campaña «El Comedor #LaAsignaturaPendiente» para sensibilizar a las familias y a toda la comunidad educativa sobre el papel que desempeñan en conseguir que la dieta de los niños y niñas sea variada y equilibrada, con un consumo de productos frescos y de temporada, especialmente de frutas, hortalizas y legumbres, y que complemente adecuadamente a la alimentación que realizan en casa, reduciendo la ingesta de alimentos con alto contenido en sal, azúcares añadidos y grasas saturadas. «España es el primer productor de fruta y hortalizas de Europa y, aun así, nuestros niños son de los que menos las consumen en la UE. Por eso es importante generar un debate social que nos comprometa a todos para conseguir unos comedores escolares sobresalientes», resalta Isabel Peña. Controles La directora ejecutiva de AESAN destaca que el Programa 16 PNCOCA 2021-2025, orientado al control oficial de la oferta alimentaria en centros escolares (menús escolares, máquinas expendedoras y cafeterías), «garantiza en los centros escolares se controle también la calidad nutricional de estos menús además de establecer un protocolo de criterios mínimos comunes para la evaluación de la oferta alimentaria en centros escolares por parte de las comunidades autónomas». No obstante, cree que hace falta dar un paso más motivo por el cual este programa de control oficial se va a reforzar a nivel normativo a través un Real Decreto con el objetivo de fomentar una alimentación saludable y sostenible en centros educativos a nivel nacional. Los comedores de los colegios pueden estar gestionados de varias maneras. Pueden tener cocina propia y por tanto la comida se prepara en el propio colegio, o bien un servicio de restauración o catering, que lleve la comida fría para calentar o ya caliente lista para consumir. «Independientemente de la gestión, todos se tienen que atener a las normativas y regulaciones de las CCAA, que son las responsables», recuerda la Sociedad Española de Nutrición. Llaman la atención al hecho de que en la actualidad la alimentación de los niños y jóvenes se está alejando del patrón de dieta mediterránea y de dieta saludable. «Por tanto, la comida del comedor escolar puede ser percibida por los jóvenes como fuera de su patrón habitual alimentario, y no consumirse. Esto lleva a varios problemas añadidos : el desperdicio alimentario si se deja la comida en el plato y el buscar alimentos alternativos menos saludables fuera del comedor escolar», explica la institución. En algunos estudios, cuando se compara a los estudiantes que comen en el comedor escolar con los que comen en casa, los primeros suelen comer más saludable y tomar menos dulces que los que lo hacen en casa o comen por su cuenta. Hábitos saludables Serunion sirve cada día a más de 500.000 comensales en más de 3.000 centros de restauración repartidos por todo el país, entre ellos muchos colegios. El departamento de Nutrición es el responsable de revisar los menús infantiles. «Nos basamos en las recomendaciones nutricionales específicas de cada comunidad autónoma, así como en los criterios detallados de cada contrato y nuestros propios procedimientos internos. Esta atención garantiza que cada menú ofrezca un equilibrio nutricional óptimo, con la adecuada variedad y frecuencia de consumo de alimentos esenciales», explica el equipo de Serunion. Además de considerar el aporte calórico y los nutrientes clave como proteínas, lípidos e hidratos de carbono, «también valoramos la diversidad gastronómica. Buscamos promover la riqueza culinaria local y los sabores tradicionales en cada plato que servimos», añaden. Y la sostenibilidad es una parte fundamental de su filosofía para lo cual priorizan la utilización de productos locales y frescos, respetando la temporada de cada ingrediente. Otro de los aspectos que trabajan con los niños es la promoción de hábitos nutricionales saludables y «a través de actividades lúdicas y jornadas gastronómicas , enseñamos a los niños la importancia de una alimentación equilibrada, la sostenibilidad y el valor de nuestras tradiciones culinarias locales», puntualiza la empresa. El 85% de sus clientes cuentan con cocina propia en sus instalaciones, a los que proporcionan equipos profesionales de cocineros, personal de servicio y monitores. Además, para aquellos colegios que requieren de un servicio externo, disponen de cocinas centrales. « Tanto las cocinas propias como las centrales cuentan con la asesoría de nutricionistas expertos para diseñar menús equilibrados, así como con nuestro departamento de Calidad, que asegura la excelencia y seguridad alimentaria en todos los procesos», resalta el equipo de Serunion. Recuerdan además que las cocinas centrales son similares a las que hay in situ en un colegio, con los mismos procesos, tratamientos y homologaciones, pero con mayor volumen, ya que abastece a más colegios. «Gracias a estas cocinas podemos dar servicio a aquellos colegios que no cuentan con la infraestructura necesaria para poder ofrecer un servicio de comedor en su centro, por baja afluencia o cantidad de alumnos, entre otras casuísticas», aclara la empresa. Alergias e intolerancias Para poder dar respuesta a las alergias y tolerancias de oso niños en Serunion solicitan a los padres o tutores una ficha de alta donde se detallen los datos del niño, así como la alergia o intolerancia alimentaria, respaldada por un informe médico. «Una vez recibida esta información, nuestro equipo de Nutrición se encarga de elaborar dietas especiales , basadas en el menú basal y adaptadas a las necesidades de cada niño», puntualiza la empresa. La adquisición de los ingredientes necesarios se realiza exclusivamente a través de proveedores homologados por Serunion, garantizando así la calidad y seguridad de los productos. El equipo de cocina prepara estas dietas especiales al comienzo de cada día, siguiendo estrictas normas de higiene y evitando cualquier riesgo de contaminación cruzada. «Una vez elaboradas, las dietas se empaquetan, protegen y etiquetan adecuadamente para su identificación. MÁS INFORMACIÓN noticia No De trabajar en el entorno de la Familia Real británica, a llevarte a casa el mejor inglés para tus hijos noticia No «Hoy en día es imposible lograr que los menores nunca vean porno» noticia No Raúl, 12 años: «Los niños me miraban con cara rara; no les culpo, yo antes del cáncer también lo hacía» Durante el servicio de comedor, nos aseguramos de que cada niño reciba la dieta correspondiente, verificando cuidadosamente cada plato antes de servirlo», indica el equipo de Serunion.
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