Italia, como muchos otros países en todo el mundo, tiene un problema con el racismo en el fútbol. Y para combartirlo ha anunciado, entre otras medidas, que prohibirá el uso del dorsal 88 a los futbolistas. Así lo ha confirmado este martes el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, al firmar una declaración de intenciones con medidas contra el racismo y el antisemitismo en los estadios del país.
Pretende con ello evitar cánticos como los que suele corear, por ejemplo, la hinchada radical del Lazio. En su estadio, el Olímpico de Roma, y otros muchos de Italia, es habitual escuchar cánticos y gritos contra jugadores negros, la palabra ‘judío’ empleada como insulto, además de presumir de símbolos fascistas.
El documento ha sido rubricado por el propio Piantedosi, el ministro de Deporte y Juventud, Andrea Abodi, por el coordinador nacional para la lucha contra el antisemitismo, Giuseppe Pecoraro, y por el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Gabriele Gravina.
«Hay mucho por hacer en el mundo del deporte», aseguró Piantedosi, mientras que Abodi argumentó que «los contenidos de esta declaración de intenciones nos comprometen no solo moralmente sino también para el salto de calidad cultural que queremos dar».
El texto, de «gran valor simbólico» como reconocen sus firmantes, también recoge medidas concretas para «empezar un recorrido virtuoso contra la discriminación en el deporte, a partir del antisemitismo».
Así, entre otras actuaciones pretende prohibir que los futbolistas puedan elegir el número 88 como dorsal, al tratarse de un número que hace referencia al saludo de la Alemania hitleriana (‘Heil Hitler’) pues la ‘h’ es la octava letra del abecedario.
Responsabilidad de los clubes
Entre las medidas también está la prohibición de usar cualquier símbolo que pueda evocar al nazismo y al antisemitismo, la obligación de los aficionados de emplear un lenguaje no discriminatorio en todos los eventos públicos, responsabilizando a los clubes del incumplimiento, y establecerá pautas sobre cómo suspender los partidos en casos de actos racistas o discriminatorios.
Tras sucesos como los sucedidos en el Olímpico de Roma con los ultras del Lazio, la comunidad judía instó a las autoridades deportivas italianas a hacer más para erradicar el antisemitismo en los estadios.
Ahora, tras este acuerdo, la presidenta de las Comunidades Hebreas Italianas, Noemi Di Segni, aprecio la iniciativa por su «rapidez y concreción» y porque hará que Italia «dé ejemplo a nivel internacional».