Comienza el Mundial de Australia y Nueva Zelanda y homenajea a las víctimas del tiroteo de esta mañana en Auckland con un partido para la historia. La anfitriona, ante 40.000 espectadores, celebra su primera victoria en una Copa del Mundo, femenina o masculina, en 32 años, en 16 intentos.
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Lo hace contra una Noruega que sigue sin ver portería, seca la puntería de las nórdicas que tenían, sobre el papel, la etiqueta de favorita en este partido inaugural. Por su mayor experiencia y por las dudas con las que llegaba la coanfitriona, solo cuatro victorias en los últimos 25 partidos.
Pero son las neozelandesas las que dominan el viento de Eden Park y salen envalentonadas por una grada que nunca había tenido tantas butacas llenas para ver un partido de fútbol femenino (récord con 42.137 espectadores). Con ilusión y mucha movilidad, se encargaron de llevar siempre la iniciativa en los ataques y frenar las posibilidades de una Noruega mermada y sin orientación en el centro del campo y que chocaban siempre con Bowen y Stott, muy firmes como barrera atrás.
Nueva Zelanda tuvo desde el minuto 5, un disparo de Wilkinson, varias oportunidades de abrir el marcador, especialmente otro cabezazo de la delantera que se marchó por muy poco, pero se consolidó ese mayor empuje en la segunda parte. Un gol de Wilkinson en el centro del área a pase de escuadra y cartabón de Jacqui Hand desató la locura en las gradas.
Todavía quedaban 40 minutos, pero la tónica no se movió. Dominaban las Ferns, mientras Noruega apenas disponía de oportunidades de peligro. Durante 75 minutos solo eran las locales las que movían el balón, disfrutaban y hacían disfrutar. Solo en el último cuarto de hora estuvo Noruega a la altura de esa selección que fue campeona del mundo en 1995. Hansen logró impactar su disparo desde fuera del área en el larguero y poner la tensión en el cuerpo de las locales.
Sin embargo, toda esa tensión se iba a liberar cuando la colegiada comprobaba en el VAR que el centro de Seinmetz lo tocó con la mano Hansen. Percival se encargó de tirarlo, pero el balón se estrelló en el larguero y se perpetúa así la mala racha de penaltis fallados por Nueva Zelanda en su historia. Y aún tuvieron que aguantar esos últimos nueve minutos de añadido con la fuerzas claramente disminuidas ante una Noruega que se resistía a dejarse vencer.
El pitido final confirmó esta victoria para la historia del fútbol neozelandés, primer triunfo en una Copa del Mundo, masculino o femenino.
«Estoy tan orgullosa, lo hemos peleado tanto tiempo. Me gustaría inspirar a todas las niñas alrededor del mundo, todo es posible. Queríamos aportar algo positivo en un día como hoy y mostrar nuestro respeto por las víctimas», señaló Ali Riley.
También orgullosa se mostró la seleccionadora, Jitka Klimkova: «Estoy muy orgullosa y contenta por las jugadoras, los aficionados, el equipo. Solo puedo decir gracias por el apoyo porque no podríamos haberlo hecho sin ellos. Han jugado increíble, sabíamos que podíamos, y lo hemos hecho. ¡Vaya comienzo de torneo!».
Australia se impone a Irlanda
En el otro partido de la jornada inaugural, la coanfitriona Australia se ha impuesto a la selección irlandesa por la mínima gracias a un gol de Stephanie Catley desde el punto de penalti.