A lo largo de esta semana se espera que se confirme el fichaje de Dembélé por el PSG. La premura en el anuncio dependerá de las conversaciones y las propuestas que se pongan encima de la mesa después de que el futbolista abogara por una salida consensuada que beneficiara a todas las partes. Lo que sí está claro es que la nueva cláusula de rescisión, de 100 millones de euros, que entró en vigor este pasado martes, quedó desactivada después de que el futbolista le comunicara antes del 31 de julio al club catalán su intención de salir y el PSG le enviara una carta comunicándole la firme intención de pagar los 50 millones en los que en esos momentos estaba cifrada su libertad. Este formulismo, en base a una cláusula privada existente en el contrato de Dembélé tras su última renovación, abría un periodo de cinco días en los que se deben abonar esos 50 millones de euros.
El PSG, que ya ha llegado a un acuerdo total con el futbolista (le ha ofrecido un contrato de cinco años a razón de 20 millones anuales), no quiere pagarle al Barcelona más de los 50 millones que figuraban en su contrato, pero el Barcelona busca aumentar el ingreso que reportaría la salida del delantero francés. Según lo que acordaron en la negociación que mantuvieron el año pasado para prorrogar la vinculación hasta el 30 de junio de 2024, la cláusula de rescisión quedaba fijada en 50 millones, pero siendo la mitad para el club y la otra mitad para el futbolista y su agente, Moussa Sissoko. El Barcelona aspira a percibir más de esos 25 millones por un jugador que en los seis años que ha estado en la disciplina azulgrana no ha dado el rendimiento esperado y menos teniendo en cuenta el precio de su fichaje: 105 millones de euros más otros 40 en variables, de los que ya se han desembolsado 30.
El Barcelona trata que Dembélé renuncie a parte de esos 25 millones que le corresponderían y el futbolista francés intenta que sea el PSG el que se haga cargo de ello. El sábado es el último día en el que todas las partes tienen para llegar a un acuerdo, por lo que tendría que finalizar el culebrón.
Intento fallido de Xavi
En el Barcelona, cansados de Dembélé, esperan que la operación llegue a buen puerto. El gran decepcionado por la decisión del galo es Xavi Hernández, su gran valedor, que se ha sentido traicionado. De hecho, el futbolista se comprometió ante sus compañeros al inicio de la gira, cuando surgieron los rumores sobre la posibilidad de que el PSG le convirtiera en el sustituto de Mbappé, pero los cantos de sirena de Al-Khelaifi le hicieron cambiar de opinión hasta el punto de comunicarle al cuerpo técnico, tras el partido ante el Real Madrid del pasado fin de semana, su intención irreversible de marcharse a París.
Xavi hizo este pasado lunes un último intento para convencer a Dembélé. «Piensa en lo que le pasó a Neymar», le soltó mientras esperaban para marcharse a Las Vegas. El técnico le recordó la salida del brasileño en el verano de 2017 al PSG y sus siguientes intentos para regresar al Barça ante la infelicidad con la que topó en París. Pero la decisión del extremo está tomada y espera ser presentado en el Parque de los Príncipes esta semana.
