Se convirtió en figura muy joven, con 16 años debuto y marcó, convirtiéndose en una de las promesas mundiales porque, con ese tanto, Ansu Fati entraba en el podio de los goleadores más prematuros de la Liga, pero las lesiones frenaron su progresión. Ha sido el heredero del dorsal ’10’ del Barca, le apodaban ‘el nuevo Messi’ pero las expectativas eran tan altas que su rendimiento acabó decepcionando a muchos aficionados, mientras que otros siguen confiando en ver aún la mejor versión del internacional español.
Una gran versión que ha vuelto a mostrar en la gira estadounidense, especialmente en el último partido, en el que su gol dio la victoria al Barça ante el Milan de Stefano Pioli. El canterano revolucionó el encuentro, con su rapidez y desborde dejó claro que quiere volver a ser uno de los jugadores con más proyección en la élite del fútbol europeo. El conjunto azulgrana ha encontrado en el canterano un espejo en el que mirarse, sacrificio, esfuerzo y compromiso son las características que mejor definen al atacante. Su tanto ante el conjunto italiano le ha servido para reivindicarse de cara a la temporada que está a punto de comenzar e intentar hacerse con un puesto en los esquemas de Xavi. En la pretemporada el canterano ha jugado los cuatro partidos, pero tan solo uno de ellos como titular, ante el Vissel Kobe.
Ansu Fati entró desde el banquillo mucho más fresco que en el pasado curso y en plena forma, con la ambición de volver a ser aquel jugador que captó la atención de los gigantes equipos europeos. Dicho y hecho porque fue el encargado de resolver el duelo con una gran zarpazo que se colaba por la escuadra. La celebración tampoco pasaba desapercibida, Ansu se fue hasta la banda para a abrazarse con Dembélé, quién está más fuera que dentro del Barça y que vio el partido desde la grada. Precisamente el delantero está haciendo méritos para ser el sustituto del francés en la banda derecha del ataque azulgrana. Raphinha y Abde parten como la principal amenaza ante la que se enfrenta Ansu.
La falta de minutos
La temporada pasada se vio la peor cara del canterano, sin un hueco en el once y plagado de lesiones, tan solo disputó 12 partidos de Liga como titular, aunque apareció en 36 encuentros, en los que firmó siete goles. Unos números discretos que preocupaban el entorno del jugador y que dejaban en evidencia el mal momento que estaba atravesando y que incluso le llevaron a vincularle con un posible traspaso al Atlético de Madrid. Las ganas de Ansu por brillar en Barcelona, sin embargo, acabaron bloqueando esa operación.
Con la selección española su situación se repite, comenzó siendo uno de los pupilos de Luis Enrique, incluso estando lesionado fue convocado para el último Mundial. Pero su paso por la Roja ha ido de más a menos, en los cinco partidos que Ansu Fati ha disputado con la selección, ha sido capaz de anotar dos goles y de dar una asistencia.
Ansu asume en la temporada 2023-24 el reto de acabar de asentarse , dando así la razón a aquellos aficionados que veían en el canterano un gran proyecto de futuro.