La alegría de la selección española de fútbol tras ganar a Países Bajos y lograr el pasaporte para las semifinales no ocultó una curiosa imagen que no deja de ilustrar las relaciones que podrían estar viviéndose en el vestuario. Mientras todas las jugadoras se abrazaban entre ellas, Jorge Vilda solo recibía la felicitación de sus compañeros del cuerpo técnico. Las imágenes televisivas mostraban a un seleccionador feliz y satisfecho que esperaba el encuentro con sus futbolistas tras el pitido final pero ellas parecían eludirle y cuando le veían de frente cambiaban de dirección para abrazar a otro componente del banquillo.
No obstante, horas después del partido, la Federación ofreció imágenes del seleccionador en buena sintonía con las jugadoras, estampas que no ofreció la realización televisiva y que tratan de demostrar que la relación entre plantilla y cuerpo técnico no está realmente tan deteriorado. Lo cierto es que las imágenes en directo transmitían la sensación de un Vilda solicitando una abrazo que se le negaba, aunque posteriormente lo recibía. Incluso de alguna jugadora que estuvo cuestionada tras el motín de las quince, como Jenni Hermoso.
Vilda siempre ha defendido a este bloque de jugadoras a pesar de algunas voces críticas que solicitaban la presencia de algunas descartadas. De hecho, ha tomado decisiones durante el Mundial que dejan claras varias cosas. El más llamativo fue el cambio en la portería. Misa Rodríguez, que ya había tenido sus más y sus menos con varias jugadoras internacionales del Barcelona durante un clásico (Mapi León e Irene Paredes se burlaron de ella tras una goleada y Aitana Bonmatí le negó el saludo), fue relegada a la suplencia tras su titularidad en los tres primeros partido de la fase de grupos, apostando por Cata Coll ante Suiza (5-1) y Países Bajos (2-1). Aunque tras el contundente correctivo ante Japón, Vilda reconoció que «si hay algún responsable de esta derrota, soy yo», lo cierto es que la suplencia de Misa parecía señalar a la portera como una de las culpables directas.
Vilda compareció ante los medios de comunicación tras la victoria y el pase a semifinales para expresar su satisfacción y seguir manteniendo el mensaje de unidad. «Me he sentido con mucha alegría. El partido en la primera parte era para haber metido algún gol. En la segunda parte, nos han hecho algo de daño. Te empatan, vas a la prórroga… Pero lo bueno es que no hemos dejado de creer. Con el gol del Salma, he tenido una explosión de alegría tremenda», explicó.
Vilda se siente reforzado
El seleccionador se refirió a la emoción en las jugadoras: «Significa mucho para mí este pase a semifinales. Siempre se sueña con un momento así. Hemos llegado por primera vez a esta ronda. Hoy toca celebrar, pero queremos más». Y tuvo un recuerdo para Rubiales, que siempre le mantuvo en el puesto a pesar de las presiones: «La Federación y su presidente siempre me han ayudado. Cualquier empleado del fútbol femenino está apoyado por la Federación. Estoy muy feliz, tengo muchas ganas de poder seguir logrando más cosas. Ha sido muy importante el apoyo del presidente en este año ‘especial’».
También explicó el cambio de Aitana: «Nos estaban haciendo peligro con las contras. Hemos metido a Irene para refrescar el centro del campo. Al poco tiempo ha llegado el gol, pero no creo que el equipo haya bajado cuando ha salido del terreno de juego». Y añadió: «Se ha dado el partido que nos habíamos imaginado. Han seguido con el mismo sistema y era el partido que esperábamos. Creo que cuando han vuelto a las tres centrales, nos ha favorecido para aprovechar los espacios. También teníamos preparados los penaltis».
Los dos goles los consiguieron Salma Paralluelo y Mariona Caldentey, esta última de penalti. «Entraba dentro de lo que queríamos conseguir… Buscábamos tener la bala de Salma con mucha velocidad. Ha entrado por banda derecha y luego hemos visto su mejor versión en la izquierda. Tiene un potencial enorme… Y aún no ha tocado techo. Lo mejor de Salma está por venir», avisó. Y concluyó: ·Estoy muy contento con el rendimiento de Mariona. Es una jugadora que interpreta muy bien el juego. Nos ha dado lo que pedíamos. Ha puesto su calidad al servicio del equipo. Ha interpretado el partido espectacular. Lo ha dado todo. Tenemos diferentes extremos y cada una le aporta cosas diferentes al equipo».