Hay jugadas que identifican para siempre a un futbolista, que se hacen hueco en la memoria colectiva del aficionado por la impronta, el momento o la definición. Esto sucedió en la noche del domingo en Los Cármenes con Bryan Zaragoza (Málaga, 22 años). Un eslalon eléctrico escondiendo la intención frente a Kounde, el reputado defensa del Barça y de la selección francesa, la finta hacia un lado, el amago al engañar con el disparo que tumbó al galo y a Ter Stegen y el remate a gol con exterior del pie. Fabulosa ejecución que unas horas después del último partido de la jornada tuvo un premio mayúsculo: Luis de la Fuente lo ha convocado para la selección por la lesión de Yeremi Pino.
No hay duda. Bryan Zaragoza entra por el ojo. Un jugador muy dinámico que desborda y ofrece salida por los dos lados, con buen remate a portería. Futbolista diferente criado en las calles, como él mismo aseguró después del partido del domingo, y que se aleja del estereotipo de las academias en las que se fabrican jugadores en serie, fútbol mecanizado como una cadena de montaje.
«Yo juego para el regate, como en el barrio», aseguró el protagonista en Dazn. Bryan Zaragoza, nacido en Málaga pero nunca integrante de la primera plantilla del club principal de la Costa del Sol, se formó en dos clubes populares de la ciudad de Málaga, el Atlético Juval y la Escuela Conejito, y pasó después a los juveniles del Granada tras sucesivas pruebas en el Sevilla, el Betis y el Atlético. En los equipos malacitanos coincidió con el otro talento local, el ahora madridista Brahim.
Está en Primera, saltando varias categorías de golpe, después de conseguir el año pasado el gol del ascenso para el Granada y dos dianas más en los tres últimos encuentros del campeonato de Segunda.
«Jugador de barrio»
Su visión del juego tiene que ver con los grandes regateadores de los últimos tiempos, según confesó después del partido contra el Barça. «Yo siempre me fijé en lo que hacía Messi, en Neymar, y también en Vinicius». Futbolistas cortados por un patrón que identifica a Zaragoza, el regate, la finta.
«Soy un jugador de barrio, no me sorprende mi segundo gol con el exterior. Si le pego con la izquierda, Ter Stegen la habría cogido como si fuera el tiro de un bebé. He nacido así, mi estilo es así, jugando de tú a tú«, explicó.
En ese paraninfo del regate que conecta directamente con la fantasía del aficionado, Bryan Zaragoza es el driblador más prolífico de primera división, jugando como juega en un equipo ascensor y no en la élite de los equipos que pelean por Europa. Es líder con 73 fintas, tres más que Savinho (70), el extremo del Girona, y seis mejor que Iñaki Williams (67), del Athletic.
Según las estadísticas de la competición, casi la mitad de los regates del malacitano acaban con el defensa en el suelo o buscando la pelota. Ha completado 35 con éxito, es decir 38 veces le quitaron el balón (47%). Le superan en esta faceta Iñaki Williams (59%) y Savinho (57%).
«Es un chico que está creciendo, tiene muchísimo talento y hay que cuidarlo. Los elogios debilitan, aunque se los merezca. Es un talento que no se ve todos los días, pero hay que trabajarlo. Hay que exigirle y mimarlo«, juzgó su técnico en el Granada, Paco López.
Un futbolista del Granada vuelve a la selección a un partido oficial 49 años después del último, Ángel Castellanos. La irrupción de Bryan Zaragoza contra el Barça y ahora en la selección puede provocar que su estancia en Granada sea demasiado corta. Su cláusula de rescisión es de 14 millones de euros.