A dos semanas de las votaciones, Guatemala sigue sin oficializar los resultados y convocar a la segunda vuelta presidencial que, como se confirmó en la revisión de escrutinios, se disputará entre el socialdemócrata Bernardo Arévalo y Sandra Torres, la exprimera dama que se ha lanzado por el voto conservador. El 25 de junio, 5.5 millones de ciudadanos acudieron a votar, después de que las cortes de justicia dejaron fuera de la contienda a tres de sus presidenciables favoritos.
En una elección que tuvo al voto nulo como la opción más votada, un 17%, Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, logró el 15% de los votos válidos y Arévalo, del Movimiento Semilla, escaló desde los últimos lugares de las encuestas para quedar segundo, con el 12%.
Una nueva intervención de las cortes detiene la oficialización de los resultados electorales, que se paralizó el 1 de julio, cuando la Corte de Constitucionalidad otorgó un amparo a nueve agrupaciones políticas, entre estos el partido Vamos, al que pertenece Alejandro Giammattei, y Cambio, del exdiputado Manuel Baldizón, que cumplió condena en Estados Unidos por conspiración para el lavado de dinero, y ordenó repetir las audiencias de revisión de los escrutinios a nivel nacional. Salvada la etapa y sin que se hayan detectado cambios significativos en los resultados, tres de las nueve agrupaciones políticas bajo la dirección del partido Cambio, presentaron una nueva acción legal con la que persiguen que se cuente voto por voto y han encontrado eco en la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, que de forma unilateral, ha pedido a la autoridad electoral los informes para resolver la procedencia del recuento.
Desde el Tribunal Supremo Electoral “hay voluntad” de oficializar los resultados lo antes posible, en “respeto al calendario electoral y al voto de los ciudadanos”, ha dicho a ELPAÍS la presidenta de ese organismo, Irma Palencia. Además, en el informe enviado a la Corte Suprema la madrugada del sábado, la autoridad electoral pide “que se deniegue el conteo físico de cada uno de los votos, por ser una actividad que no se encuentra regulada en la ley”. Así, el tribunal planta posición en el pulso que se mantiene con el bloque de partidos que piden el recuento de votos y que tienen como operadores más visibles a los Baldizón y al partido en el gobierno. La decisión está ahora en manos de la Corte Suprema de Justicia.
“Estamos detenidos por el amparo” que los nueve partidos bajo la dirección de Cambio presentaron ante la sala constitucional y que ésta “resolvió sin competencia”, señaló Palencia. La magistrada se refiere a que, por tratarse de un cuestionamiento hacia las autoridades electorales, el amparo se debió analizar en la Corte Suprema, donde sigue su curso.
Palencia sostiene que el Tribunal y las juntas cumplieron con lo que ordenó la Corte de Constitucionalidad. Durante tres días las Juntas Electorales revisaron nuevamente los las impugnaciones sobre los escrutinios y cotejaron las actas manuscritas con el sistema informático, sin encontrar inconsistencias relevantes que modifiquen los resultados de la elección presidencial que se divulgaron conforme avanzaba el procesamiento de las papeletas en cada una de las 24.585 mesas receptoras de votos.
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Las juntas electorales preparaban los datos consolidados que servirán para oficializar los resultados, pero debieron interrumpir esa tarea para trabajar en los informes que pidió la magistrada Valdés, detalló Palencia. La Corte Suprema no ha explicado porqué Valdés actuó en solitario y el tribunal electoral no responde a la pregunta de porqué atendieron la solicitud.
El Movimiento Semilla ha presentado ante la la sala constitucional una queja por la acción unilateral de la magistrada Valdés. “Confiamos en que el máximo tribunal Constitucional resolverá a la brevedad para poder reanudar de inmediato la campaña y el proceso electoral en su conjunto, al tiempo de permitir la adjudicación de los cargos que correspondan a lo conquistado por todas las organizaciones políticas durante la primera ronda de elecciones”. cita un pronunciamiento del partido.
Que se convoque a segunda vuelta
Tanto Torres como Arévalo han pedido que se oficialicen los resultados para avanzar hacia la segunda vuelta, prevista para el 20 de agosto. “Se están judicializando los resultados y eso nos preocupa, hoy cumplimos dos semanas después de la primera vuelta y no se toma una decisión”, señaló Torres durante una reunión con sus correligionarios. En las pasadas elecciones de 2019, los resultados se hicieron oficiales dos semanas después de las votaciones.
Arévalo confía en que el pueblo no se dejará robar el voto pero teme un escenario en el que no se defina la elección presidencial, como ha pasado con la Corte Suprema. Los magistrados de esa corte se han mantenido cuatro años en el cargo porque el Congreso no elige a los relevos. El otro frente del Movimiento Semilla son las denuncias penales, también dirigidas por los Baldizón y el partido Cambio, que promovió la acción judicial que dejó fuera de la contienda a Carlos Pineda, que iba puntero en las encuestas presidenciales.
El partido de Baldizón, que cumplió condena en Estados Unidos por conspiración para el lavado de dinero, y Vamos, la agrupación que llevó a la presidencia a Alejandro Giammattei, insistieron en abrir las urnas y contar voto por voto, pero las juntas no accedieron porque lo consideran ilegal y porque violentar las bolsas con las papeletas puede reclamarse como una causa para anular las elecciones
Por el papel que los Baldizón han jugado durante el proceso electoral, analistas como Edgar Gutiérrez los ubican como operadores de Alejandro Giammattei, el partido Vamos y la alianza oficialista. Sin embargo, “más allá de haber firmado el amparo, no hay ninguna comunicación con Giammatei ni el partido Vamos”, dice Jorge Baldizón. Baldizón trata de explicar la necesidad del recuento a partir de su inferencia en torno a la sorpresa electoral de Semilla. “No es posible que si Semilla ganó una sola alcaldía haya tenido esa cantidad de votos” a ascala nacional, afirma sin salir de su consigna: “Que se haga un reconteo [sic] de votos para reafirmar las elecciones”.
Protestas y atención internacional
El retraso en la convocatoria a segunda vuelta le añade otra veta de incertidumbre al proceso más atropellado de la era democrática en Guatemala y eleva el malestar ciudadano, que este sábado movilizó a la juventud universitaria hacia las calles y que comienza a captar la atención internacional. Los Gobiernos de Brasil y Argentina han emitido comunicados en los que reafirman el compromiso por la protección de las instituciones democráticas en la región.
“Es muy molesto que no tomen en serio a los ciudadanos y las elecciones sean utilizadas como un juego para las personas que están en el poder”, expresó Frida Monzón, estudiante de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos y participante de la caminata que llegó al filo del mediodía hasta la fachada del Tribunal Supremo Electoral, en la capital guatemalteca. Como las juventudes universitarias, las organizaciones sociales y campesinas también piden a las autoridades electorales y judiciales desentrampar el proceso.
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