Las elecciones españolas de este domingo han tenido un gran protagonismo en Bruselas en las reuniones organizadas en los márgenes de la cumbre de la UE con la Celac (los países latinoamericanos y del Caribe), que concluye este martes en la capital belga. Los líderes progresistas presentes en la cita, la mayoría de los latinoamericanos —el continente vive una ola de victorias de la izquierda en los últimos años, como en Colombia, Brasil o Chile— y unos pocos de los europeos —Alemania, España, Portugal y Dinamarca son casi los únicos— han mantenido este martes una cita inédita entre dirigentes de una misma corriente ideológica de los dos continentes, en la que los comicios en España han sido el centro del debate. Todos los mandatarios han respaldado expresamente a Pedro Sánchez, con sus palabras y con un gran aplauso, y le han animado para una batalla que consideran decisiva no solo para España, sino también para Europa.
Los presidentes progresistas han alentado a Sánchez en su “lucha frente a la derecha y la ultraderecha trumpista”, según han relatado varias de las personas presentes en el encuentro, a puerta cerrada, y han insistido en que el gran problema para el equilibrio político en el mundo es que, desde la irrupción de Donald Trump en el escenario político, la derecha —tanto en América como en Europa— ha ido acercándose a los postulados de la ultraderecha populista. Sánchez, que ha sido de los primeros en hablar en la reunión, ha agradecido el respaldo, pero ha tratado de tranquilizar a sus aliados progresistas con la confianza de que el domingo “saldrá de las urnas en España un Gobierno progresista”.
Sánchez, que arrancó la cita en el hotel Sofitel de Bruselas después de la apertura del presidente del Partido Socialista Europeo y ex primer ministro sueco Stefan Löfven, ha señalado que los progresistas de todo el mundo tienen “una agenda común que implica construir una respuesta a los desafíos globales, la lucha contra el cambio climático, la desigualdad, y la defensa de las democracias”. “Debemos poner freno a una derecha que cada vez se derechiza más y cada vez más asume los postulados de la extrema derecha”, ha insistido el presidente español, según las fuentes consultadas. Löfven había sido también muy claro en el respaldo al líder socialista: “Alrededor del mundo, la sombra del extremismo de derecha está creciendo. Esto amenaza a nuestras instituciones democráticas. Trae división y odio. Y pone en riesgo el progreso que hemos logrado en las últimas décadas. Esta es la lucha que estamos viendo en España y por eso le deseamos a Pedro Sánchez el mayor de los éxitos este domingo”, señaló, según la nota oficial del encuentro.
“El modelo del mundo en el que queremos vivir”
En la cita hablaron, además del español, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro, el alemán Olaf Scholz, el portugués António Costa, la danesa Mette Frederiksen, el argentino Alberto Fernández y el chileno Gabriel Boric. En la boca de todos ha estado presente la importancia de las elecciones en España. El argentino Fernández ha conectado el comportamiento de la derecha en América Latina y Europa con la irrupción de Donald Trump. Para el presidente argentino, el ascenso del magnate estadounidense ha modificado la actitud de los conservadores en todo el mundo y su relación con las instituciones.
“Por primera vez en mucho tiempo, después de Trump, la democracia está en peligro en el mundo porque se ha habilitado el crecimiento de una derecha racista, que persigue las libertades y los derechos de las minorías y quiere gobernar autoritariamente”, señaló el argentino, según varios de los presentes. Fernández insistió en que Sánchez debe dar esa batalla este domingo en España y es fundamental que la gane, porque no se elige solo un Gobierno, sino “el modelo del mundo en el que queremos vivir”.
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El brasileño Lula da Silva, en el mismo sentido, con un discurso de media hora, explicó el caso de Jair Bolsonaro en su país y cómo el trumpismo se había extendido también en la política latinoamericana, y cómo se rompen las reglas de la democracia y se basa la política en la mentira. El chileno Boric también criticó la invasión de Ucrania por parte del líder ruso, Vladímir Putin, y el colombiano Petro se refirió especialmente a la lucha contra el cambio climático, uno de sus asuntos bandera. El alemán Scholz mostró también mucha sensibilidad hacia las demandas de los latinoamericanos al subrayar que no hay que repetir, por parte de Europa, las lógicas extractivas del pasado en la relación comercial. Tanto Scholz como Costa, representantes europeos, lanzaron un claro respaldo a Sánchez y destacaron que las elecciones en España son decisivas para Europa y pueden romper los equilibrios. El español se va así de Bruselas con un respaldo muy claro de sus aliados progresistas y ahora volverá a España para hacer campaña de nuevo desde esta misma tarde, con un mitin en San Sebastián.
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