Coincidiendo con una reunión del gran jurado de Washington que investiga los intentos de Donald Trump de revertir el resultado de las elecciones de 2020 —las que dieron la victoria a Joe Biden—, el equipo de abogados del candidato republicano a la reelección en 2024 se ha reunido este jueves con miembros de la oficina de Jack Smith, fiscal especial de los dos casos más graves contra Trump. Se trata del relacionado con los acontecimientos que condujeron al asalto al Capitolio y del de los papeles de Mar-a-Lago, que le costó la segunda imputación. El pasado 19 de julio se apuntaron los tres delitos por los que se le investiga (conspiración para el fraude electoral, obstrucción y manipulación de un testigo, según publicaron diferentes medios estadounidenses), así como la inminencia de la eventual acusación.
Mediante un mensaje en la red Truth Social, el propio Trump ha informado de que “no hay indicios de aviso” a sus abogados sobre esa posible imputación, al menos no “durante la reunión” mantenida con el Departamento de Justicia, que calificó de “productiva”. Varios medios han divulgado que miembros de la oficina del fiscal especial, integrada en el Departamento de Justicia, han comunicado este jueves formalmente a sus abogados que el expresidente será imputado, según fuentes conocedoras del caso, aunque sobre ese encuentro solo consta el mensaje que ha publicado el republicano. El diario USA Today ha descrito la reunión como un encuentro de cortesía antes de que el gran jurado vote a favor de la imputación.
El propio Trump se adelantó al anunciarla el pasado 18 de julio, al relatar que había sido informado por el fiscal Smith de que estaba siendo investigado. Desde que recibió la carta de Smith, Trump se ha mostrado en contra de que sus abogados se reunieran con la fiscalía por considerar que la acusación ya era un hecho, según dos fuentes citadas por la CNN. No obstante, no es raro que la defensa se reúna con los fiscales antes de una acusación, bien como último recurso contra la presentación de cargos o para transmitir su versión de los hechos acerca de la investigación.
Los cargos más probables por el intento de fraude electoral se suman a los 34 que ya pesan sobre él por el caso Stormy Daniels —el pago de dinero negro a la actriz para acallar una relación extramatrimonial— y los 37 derivados de la acusación por los papeles confidenciales que guardó en su mansión de Mar-a-Lago. Si finalmente se le imputa por injerencia en el proceso electoral de 2020, un propósito que culminó el 6 de enero de 2021 con el asalto de sus seguidores al Capitolio, será la tercera acusación formal desde abril, lo que arroja sombras sobre su candidatura a la reelección en 2024.
El gran jurado que analiza las pruebas de la investigación del fiscal especial se ha reunido de nuevo este jueves en el tribunal federal de Washington, lo que tampoco constituye una novedad, ya que normalmente se reúne los martes y los jueves. No obstante, no se había visto entrar a sus miembros en la sede del tribunal desde la semana pasada. Según la investigación en curso, funcionarios de la Casa Blanca han declarado que durante sus últimos meses en el cargo, Trump les presionó con falsas afirmaciones de fraude electoral generalizado. Una horda de partidarios vandalizó el Capitolio el 6 de enero de 2021 para impedir que el Congreso certificase la legítima victoria de Joe Biden en las urnas. Además de los dos casos que instruye la fiscalía especial, hay otra investigación en curso por el supuesto intento de pucherazo electoral en Georgia. Y el magnate ha afrontado causas civiles por irregularidades en sus negocios y ha sido condenado, también por la vía civil, al pago de una indemnización por abusar de la escritora E. Jane Carroll y difamarla.
Esta es la segunda vez que Trump se enfrenta a posibles cargos presentados por el equipo de Smith. En el caso de los papeles de Mar-a-Lago, también fue avisado por la fiscalía de que era objeto de la investigación, aunque esta no tiene obligación formal de hacerlo. En junio, cuando se le notificó la posible acusación por llevarse documentos clasificados de la Casa Blanca, lo que comprometió la seguridad nacional, a juicio de la fiscalía, sus abogados también se reunieron con funcionarios del Departamento de Justicia, Smith incluido, antes de que un gran jurado de Miami le acusara formalmente. La imputación se presentó ese mismo mes y Trump se declaró inocente. Así lo hizo también en Nueva York, cuando un gran jurado convocado por la fiscalía de distrito de Manhattan recomendó que fuera imputado por falsificar registros mercantiles para maquillar el soborno a Stormy Daniels a cambio de su silencio antes de las elecciones de 2016, en las que fue elegido presidente.
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Trump es el primer expresidente de Estados Unidos que se enfrenta a acusaciones penales, que él intenta mostrar como una caza de brujas motivada por intereses políticos. En vísperas de que arranque la campaña de las primarias para 2024, su cada vez más complicado panorama judicial va camino de convertirse en protagonista de la carrera. Trump, de 77 años, lidera unas concurridas primarias republicanas mientras busca la revancha contra Biden, de 80 años.
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