La ultraderecha alemana se prepara para convertir en votos en las urnas el creciente apoyo de los sondeos, que la encumbran a la segunda posición. Alternativa para Alemania (AfD) ha celebrado este viernes y sábado un congreso en Magdeburgo en el que ha elegido a su cabeza de cartel en las elecciones europeas de 2024 y ha impulsado su mensaje de cara a los comicios en varios Estados federales el próximo otoño y el año que viene. Los dirigentes han arremetido también contra el cordón sanitario del resto de formaciones alemanas contra AfD.
Con protestas contra el extremismo a las puertas del congreso, alrededor de dos tercios de los 600 delegados del partido han elegido como candidato principal (la lista completa tardará varios días en confeccionarse) al político sajón Maximilian Krah, eurodiputado desde 2019 y suspendido en dos ocasiones por el grupo Identidad y Democracia (ID) de la Eurocámara, al que pertenece AfD junto a la Liga italiana y el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, entre otros. El año pasado, fue expulsado temporalmente de ID por apoyar en la campaña francesa al ultra Éric Zemmour, en vez de a Le Pen, y desde febrero pasado es investigado por sospechas de fraude. El caso afecta al posible amaño de una licitación pública.
“Nos hemos convertido en el partido de derechas más emocionante de Europa”, proclamó ante el congreso Krah, que cuenta con el apoyo del líder del ala más radical de AfD, Björn Höcke.
La jornada arrancó con el discurso de la colíder del partido, Alice Weidel, que acusó a la UE de “profundamente antidemocrática” y de haber fracasado en la contención de la migración. “Lo que hace falta es una Europa de las patrias”, declaró Weidel, que abogó por reducir las competencias de Bruselas, reforzar a los Estados nación y construir una “Europa fortaleza” blindada frente a inmigrantes y peticionarios de asilo.
Según varios sondeos de opinión de la segunda quincena de julio, AfD obtendría ahora entre el 20% y el 22% de los votos en Alemania. Esto la sitúa por delante de los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz (18%) y en segundo lugar por detrás de los democristianos (CDU/CSU), principal partido de oposición (26 a 27%). En las elecciones federales de 2021, AfD fue la quinta fuerza, con un 10,3%, lo que muestra el auge reciente que vive la formación.
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Con este viento de cola, Weidel tildó de antidemocráticos al resto de partidos alemanes por “excluir” a los votantes representados por AfD. “Nosotros hablamos con todos”, aseguró y argumentó que, hacer lo contrario, aumenta la “polarización social” e imposibilita y un “consenso sociopolítico”. “Lo que vemos ahora en el este de Alemania solo es el inicio. Lideramos las encuestas y hasta las elecciones regionales reforzaremos todavía más nuestra posición”, afirmó sobre su fuerza en la antigua Alemania oriental.
Tino Chrupalla, el otro líder del partido, advirtió en el arranque del congreso el viernes que AfD no puede dormirse en los laureles ante las elecciones en Baviera y Hesse en otoño y a las previstas en tres Estados federales del este del país en 2024. “El próximo año podemos convertirnos en la fuerza más fuerte en Sajonia, Turingia y Brandeburgo. AfD debe prepararse para asumir responsabilidades de gobierno. AfD está preparada para más” remató el líder ultra.
Chrupalla también se dirigió a los conservadores alemanes con la petición expresa de que renuncien al cordón sanitario contra AfD, que recientemente se ha hecho con una alcaldía y una dirección comarcal en el este del país. El colíder llamó a “todos los patriotas de la CDU a derribar el muro negro y verde”, una insinuación a que el bloqueo de los ultras es una concesión de los conservadores a Los Verdes. De fondo, la polémica que ha salpicado esta pasada semana al máximo dirigente de la CDU, Friedrich Merz, quien tuvo que dar marcha atrás a unas declaraciones en las que abría la puerta a una colaboración con AfD a nivel local.
Chrupalla dijo que su partido está dispuesto a hacer coaliciones con cualquiera que haga “una política en interés de los ciudadanos”, pero excluyó expresamente a Los Verdes y calificó a ese partido -socio de la coalición encabezada por los socialdemócratas y en la que están también los liberales- como “el más peligroso de Alemania”.
Además de los primeros candidatos a la lista europea, los delegados aprobaron este sábado una moción para posponer el debate sobre el programa político de cara a esas elecciones, previsto inicialmente para este y el próximo fin de semana. La aprobación del programa se ha aplazado a enero.
La dirección del partido ha diseñado un borrador de documento de 92 páginas en el que abogará previsiblemente por una reducción radical de las competencias de Bruselas y destaca la idea de Europa como fortaleza frente a la inmigración. En esa línea, AfD rechaza también el multiculturalismo y el islam, que considera un “peligro para Europa”. El documento no menciona una condena expresa de la guerra de agresión rusa y solo contiene una breve declaración: “La invasión rusa de Ucrania causó mucho sufrimiento entre los afectados”.
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