Donald Trump como candidato republicano está intratable, como esos números uno del deporte que acumulan victorias sin conocer la derrota. Pese a la amplia ofensiva judicial que afronta, el expresidente de EE UU revalida una y otra vez según los sondeos su gran ventaja frente al resto de los candidatos que disputarán las primarias del partido para las elecciones de 2024. La última encuesta, de la Universidad de Siena para el diario The New York Times, confirma este lunes la primacía: con un 54% de apoyos, le saca 37 puntos de ventaja al segundo clasificado, Ron DeSantis, que obtiene un 17%.
A mucha distancia, tres candidatos registran un pobre 3% (Mike Pence, que fue vicepresidente de Trump; el senador Tim Scott y la exembajadora de Trump en la ONU Nikki Haley) y, en el pelotón de cola, con un insignificante 2%, les siguen Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey, y el emprendedor Vivek Ramaswamy. La encuesta de Siena ni siquiera muestra al resto de los candidatos -seis más- con un apoyo del 1% o inferior. Las primarias republicanas están especialmente concurridas en esta convocatoria, con 13 nombres.
De los datos se infiere una conclusión: ni siquiera sumando los votos del resto de candidatos, si estos decidieran retirarse de la carrera, podría DeSantis imponerse a Trump en las primarias. El apoyo al exmandatario aumenta además considerablemente entre los votantes más conservadores del partido, dándole una ventaja de 50 puntos, 65% frente al 15% de DeSantis. El gobernador de Florida puntúa mal en segmentos decisivos del partido, electoralmente hablando: sólo obtiene un 9% de apoyo entre los votantes de más de 65 años y un 13% entre los que no tienen título universitario. Los trabajadores de cuello azul -obreros, trabajadores de fábricas, etcétera- siguen siendo como en 2016 fieles a Trump.
Otros sondeos recientes, como el de Morning Consult -actualizado el 25 de julio-, dan a Trump una distancia aún mayor: el 59% de apoyos frente al 16% de DeSantis; es decir, 43 puntos de diferencia. Mientras la campaña de DeSantis se somete obligadamente a un reinicio para recuperar terreno, cada revés judicial -y Trump lleva varios en lo que va de año- aleja un poco más su candidatura del resto. En el citado sondeo aparece en tercer lugar, con un 8% de intención de voto, Ramaswamy, que siempre se ha mostrado conciliador con Trump, incluso apoyándole con entusiasmo frente al embate judicial. Los posibles votantes de las primarias del Partido Republicano tienen 32 puntos más de probabilidades de haber oído recientemente algo positivo sobre el empresario, lo que supone, según esta empresa demoscópica, el mayor nivel de expectación del sector, un extremo que confirman algunas encuestas pero no la de Siena.
En la media de encuestas que proyecta la fiable página FiveThirtyEight, Trump obtenía este lunes el 52,6%, por delante de DeSantis (15,6%) y Ramaswany (6,3%). En cuarto lugar aparece Pence (tercero en la publicada por The New York Times), con un porcentaje ligeramente superior, el 4,3%. Sondeos como el de YouGov para la revista The Economist reflejan grosso modo la misma ventaja de Trump que el de Siena para The New York Times. Otra proyección especialmente fiable, la de IPSOS/Reuters, otorgaba a principios de julio a Trump el 47% de apoyo frente al 19% de DeSantis, una ventaja mayor que el resultado 44%-29% registrado antes de la primera acusación al expresidente en Nueva York a finales de marzo.
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Según las gráficas, la popularidad de Trump entre sus votantes se ha disparado a partir de entonces, cuando el gran jurado de Manhattan votó a favor de imputarle por el caso Stormy Daniels, el pago de dinero negro a la actriz porno para acallar una relación extramatrimonial en la campaña de 2016. Su campaña registró una cifra récord de donaciones tras conocerse la noticia, mientras su intención de voto se disparaba. Según las proyecciones de IPSOS/Reuters, a principios de julio Trump tenía el 47% de apoyo frente al 19% del siguiente clasificado, una ventaja mayor -más amplia- que el 44%-29% registrado antes de la primera imputación.
Aunque el 61% de los estadounidenses se muestran a favor de rejuvenecer a su clase política -en el Congreso hay un buen número de legisladores octogenarios-, Trump, de 77 años, intentará tomarse la revancha con Joe Biden, de 80, en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. No se lo impedirán las imputaciones que afronta –dos confirmadas, por el caso Stormy Daniels y por los papeles de Mar-a-Lago, con juicio en marzo y mayo del año próximo, más otras dos previsibles, por su papel en el asalto al Capitolio y su intento de revertir el resultado electoral en Georgia en 2020-, ni siquiera ser condenado por alguno de los cargos.
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