La polémica ley SB4, promovida por el gobernador de Texas, Greg Abbott, se ha convertido en el centro de la tensión migratoria entre México y Estados Unidos. La normativa que convertiría en delito ingresar a Texas desde el extranjero de forma irregular se ha atascado en una batalla legal entre tribunales de apelaciones y la Suprema Corte de Estados Unidos.
Mientras que los activistas de derechos humanos señalan que la ley es contraria al derecho internacional, las autoridades de México se han opuesto a recibir las deportaciones procedentes de este sistema, que abiertamente contradice las funciones asignadas al nivel federal.
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