Joe Biden está dispuesto a levantarse. Ante un público entregado, el presidente de Estados Unidos se ha mostrado decidido a seguir optando a la reelección pese a las llamadas para que se lo replantee después de su desastrosa actuación en el debate del jueves contra el republicano Donald Trump. Biden reapareció este viernes en un mitin en Raleigh (Carolina del Norte), un Estado donde perdió contra Trump en 2020, pero no por un margen excesivo. “Estoy aquí porque quiero ganar las elecciones en noviembre y si ganamos en Carolina del Norte ganamos las elecciones”, ha dicho, tratando de adoptar un tono enérgico. “Sé que no soy un hombre joven, por decir algo obvio”, ha admitido. “Ya no camino con tanta soltura como antes. Ya no hablo tan fluidamente como antes. No debato tan bien como antes. Pero sé lo que sé: sé decir la verdad, sé distinguir el bien del mal, sé cómo hacer este trabajo, sé cómo hacer las cosas. Y sé lo que millones de americanos saben: cuando te derriban, te levantas”.
“Es difícil debatir con un mentiroso”, se había justificado la víspera. Más que sus problemas para rebatir las mentiras de Trump, que salió victorioso del debate con sus mensajes apocalípticos y demagógicos, su problema fue que naufragó en una marejada de lapsus, titubeos y frases incompletas. Tosió con frecuencia, tenía la voz tomada y no pudo sacudirse cierta ronquera en todo el debate, al parecer por un resfriado. Este viernes ha comparecido en aparente mejor forma, aunque todavía con algo de tos.
Entre gritos de “cuatro años más” de sus seguidores y leyendo en pantalla el discurso, ha atacado con dureza al candidato republicano. Ha asegurado que Trump “batió el récord de mentiras en un debate” y ha repetido que su rival, como le dijo a la cara el jueves, tiene “la moral de un gato callejero”.
“Enciérralo”
El público estaba entregado. “El único delincuente convicto en el escenario ayer era Donald Trump”, ha añadido, mientras los asistentes le pedían a gritos: “¡Enciérralo!”, un grito de guerra de los trumpistas cuando pedían que metiese en prisión a Hillary Clinton.
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Biden ha vuelto a presentar a su antecesor como una amenaza para la democracia, la economía y el futuro del país, algunos de sus argumentos habituales. Su intervención ha sido corta y directa, mucho más eficaz que su actuación en el debate del jueves. “La elección en estas elecciones es simple: Donald Trump destruirá nuestra democracia. Yo la defenderé”, ha afirmado.
La primera dama, Jill Biden, a la que algunos piden que convenza a su marido para que tire la toalla, también ha participado en el mitin, con un vestido negro en el que se repetía en letras blancas: “Vota”. Ha asegurado que “ahora mismo” es la persona más apropiada para el cargo. “Lo que visteis ayer en el debate es su integridad y carácter. Dijo la verdad, mientras que Trump dijo mentira tras mentira tras mentira”, ha dicho minutos antes de que el presidente apareciera en escena.
La campaña de Biden anunció el acto de Raleigh como el mayor mitin de su candidatura a la reelección en el Estado en el que Trump ganó por el margen más estrecho en 2020. A continuación, viajará a Nueva York para un fin de semana de recaudación de fondos que su campaña necesita ahora más que nunca.
La campaña de Biden anunció que recaudó 14 millones de dólares (13 millones de euros) el día del debate y la mañana siguiente, mientras que la campaña de Trump dijo que recaudó más de ocho millones de dólares desde el inicio del debate hasta el final de la noche.
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