Bamidele Jermaine Alli, conocido futbolísticamente como Dele Alli, irrumpió como una de las grandes promesas del fútbol inglés, donde en 2016 y 2017 fue reconocido como el jugador joven del año. En una desgarradora entrevista con Gary Neville en ‘The Overlap’, el centrocampista del Everton se ha sincerado abiertamente sobre sus dificultades deportivas en los últimos años, en los que ha sufrido adicción a pastillas para dormir, pero también a sus problemas en la infancia, reconociendo que vendía droga con 8 años y que sufrió abusos sexuales de un amigo de su madre. Ahora con 27 años, a los 24 pensó en la retirada.
Considerado una de los grandes joyas del Tottenham Hotspur, el internacional inglés se estancó en el conjunto londinense y en enero de 2022 fue fichado por el Everton, club que lo cedió al Besiktas turco, donde una lesión le truncó. De regreso el pasado mes de abril al conjunto de Liverpool, Dele Alli ha concedido una entrevista a Gary Neville en la que revela que recientemente ha estado seis semanas ingresado en Estados Unidos en una clínica de rehabilitación para superar su adicción a las pastillas para dormir y para aprender a enfrentarse al pasado de una infancia traumática.
«Me volví adicto a los somníferos, pero es un problema que no solo tengo yo. Está dando vueltas más de lo que la gente se da cuenta en el fútbol. Es difícil hablar de ello, ya que es bastante reciente y es algo que he ocultado durante mucho tiempo y de lo que tengo miedo de hablar», asegura Dele Alli en la citada entrevista, en la que pone fecha al comienzo de ese tratamiento. «Cuando regresé de Turquía me enteré de que tenía que operarme, decidí que necesitaba someterme a tratamiento, estaba mal mentalmente. Decidí ir a un centro de rehabilitación para superar mi adicción y mis traumas mentales. No te pueden decir que vayas, tienes que saberlo y tomar la decisión tú mismo o no funcionará», explica.
En la entrevista, el futbolista se sincera con valentía, recordando también episodios muy duros vividos durante su infancia. «Cuando tenía seis años, un amigo de mi madre que estaba mucho en casa abusó de mi sexualmente. Mi madre era alcohólica», explica el internacional inglés, que sigue relatando la dureza de su infancia. «A los siete, empecé a fumar; a los ocho empecé a traficar con drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en una bicicleta, así que iba con la pelota de fútbol y debajo llevaba las drogas».
El punto de inflexión en la vida de Dele Alli, según asegura, llegó cuando tenía doce años y fue adoptado por la familia de otro joven futbolista del MK Dons, equipo de Milton Keynes, la ciudad en la que nació. «Era una familia increíble, no podría haber pedido mejores personas para hacer lo que hicieron por mí. Si Dios creó a las personas, fueron ellas«, afirma en ‘The Overlap’ con Gary Neville.
A pesar de su doloroso pasado, Dele Alli reconoce que ha aprendido a perdonar. «Mi madre bebía mucho y no la culpo en absoluto por lo que pasó. Ir a rehabilitación me ha ayudado a entenderla». Incluso cuando fue dado en adopción: «Ella y yo sabíamos que era lo que necesitaba para tener la oportunidad de vivir la vida que quería vivir y tener éxito, y porque solo iba en una dirección si me quedaba allí». Ahora no mantiene ningún tipo de relación con su familia de sangre.
El jugador del Everton, que ahora tiene 27 años, también se refiere en esa entrevista al momento en el que estuvo a punto de colgar las botas. «Una mañana me levanté y tenía que ir a entrenar. Recuerdo que me miré al espejo y me pregunté si podía retirarme ya, con 24 años, haciendo lo que me gusta. Para mí eso fue algo desgarrador. Estaba atrapado en un mal ciclo y en cosas que me estaban haciendo daño».
Dele Alli destaca el apoyo recibido por su actual club cuando decidió dar el paso de someterse a un tratamiento de rehabilitación después de su cesión en el fútbol turco. «El Everton me apoyó, fue increíble, les estaré agradecido eternamente», asegura el futbolista, que reconoce estar feliz por haber tomado esa decisión.