De la misma forma que todos los caminos conducían de antemano hacia Novak Djokovic, la misma lógica conducía a pensar hace dos semanas que si alguien podía aterrizar enfrente del serbio en la final y ponerle freno era Carlos Alcaraz. Solventes ambos en sus respectivos cometidos de la penúltima ronda, una vez que el serbio resuelve contra Jannik Sinner y luego el español liquida al ruso Daniil Medvedev por un triple 6-3 (en 1h 50m), en Londres la grada se frota las manos porque imagina ya la atractiva final de este domingo, que no deja de ser la máxima expresión del tenis actual: Nole, Carlitos y después, a una generosa cifra de millas, lejísimos, el resto. Ni el italiano ni el de Moscú ofrecen una resistencia digna de dar con mayor consuelo que el haber llegado hasta aquí. Hoy por hoy, el balcánico y el murciano son los que gobiernan y pelotean a su antojo, por más que dejen las migas a los demás en los escenarios intermedios.
Te lo cuenta Alejandro Ciriza. Puedes leer la noticia completa en este enlace.