Se presenta Jorge Vilda en la rueda de prensa más importante de su carrera hasta ahora. Un centenar de personas para atender lo que tiene que decir el entrenador del momento, con Sarina Wiegman, seleccionadora de Inglaterra, al mismo nivel, por ahora. Llega relajado, como siempre, media sonrisa, como siempre, sin dejar mostrar más emociones que las que le sacó la primera pregunta, a la que contestó un «siguiente pregunta». ¿El motivo? Una pregunta sobre la rebelión de las 15.
Ya puestos en faena, recordó el último precedente entre Inglaterra y España y alabó a aquel equipo que perdió 2-1 con un gol en el 84 y otro en la prórroga: «Supimos que estábamos por encima, pero lo que queda es el resultado. Sé lo que Inglaterra sintió en ese partido y sabe lo que tiene mañana delante. Son buenas referencias, en partidos de máxima exigencia, pero el equipo ha seguido creciendo y a nivel mental se ha dado un paso más allá. Las jugadoras están superenfocadas y eso es lo que nos ha llevado a estar ahora en una final«.
Él ha estudiado muy bien a Inglaterra, pero confía, como siempre, en las suyas: «Mañana no es día de cambiar, es día de ser nosotros, de presionar y atacar como sabemos; jugar con un equipo unido que lucha y se ayuda. El partido ya se está jugando hoy: los comienzos son importantes y se ha visto que los finales para nosotros también porque estamos terminando en muy buenas condiciones. Va a ser una batalla interesante». Destaca que desde el primer día ha habido una intensidad en los entrenamientos que luego se ha notado en el campo. «Es la sesión 65 y todas se han completado con nota. Desde el principio las jugadoras han estado unidas y lo que ha pasado fuera ha sido extraordinario: lo han disfrutado, se han divertido«.
No le preocupa ni la árbitra ni las posibles cargas que han tenido jugadoras como Alba Palacio y Salma Paralluelo. No ha tenido que motivar a nadie en ninguna charla porque eso «es intrínseco de estas jugadoras», ha dedicado esfuerzos en canalizar toda esa energía en lo que se puede hacer para ganar. «Sé las cualidades de mis jugadoras y del potencial. Lo que queríamos era llegar a este escenario y ponerlo en práctica y lo han hecho. Han sido capaces de superar situaciones complejas, meter goles, levantarse después del 4-0, hacer un equipo que va a jugar la final de un Mundial y que aspira a ser campeón«.
Y recordaba el camino hasta aquí: «Más que palabras son hechos: contra Suecia no se le había ganado nunca y se ganó en una semifinal de un Mundial. Era un equipo veterano y con experiencia en este tipo de partidos. Eso hace cinco o seis años era impensable, por lo que la evolución ha sido exponencial. Primero me acuerdo de las futbolistas, sin su trabajo sería imposible; de los clubes, de la Federación, de que esté involucrado todo el fútbol español. Ha hecho que este equipo vaya a jugar mañana la final, pero ya hemos ganado mundiales sub-17 y sub-20. Es un éxito sin precedentes y mañana queremos poner la guinda«.